La Fiscalía del Valle de Uco investiga la muerte de un soldado de 19 años que se suicidó en su casa y que según su familia, habría sido instigado por los presuntos maltratos que habría padecido mientras prestaba servicios en el Ejercito.
Se trata de Paolo Alexander Pino Quintero, quien se quitó la vida el 4 de octubre pasado, en el fondo de su casa, ubicada en Tupungato y donde concurría diariamente. Luego de que la policía tomara conocimiento de hecho a través del padre del joven, el fiscal Facundo Garnica inició, de oficio, un expediente por instigación al suicidio.
Ahora se espera que Policía Científica realice la apertura del teléfono del joven que era soldado y que prestaba servicio, desde enero de este año en el Regimiento de Infantería de Montaña (RIM) N° 11 de Tupungato.
Los investigadores espera que los mensajes del teléfono aporten algún elemento que permita avanzar sobre la presunta instigación e incluso avanzar si es necesario sobre una autopsia psicológica, es decir un estudio post mortem para evaluar el perfil psicológica del soldado.
La Fiscalía del Valle de Uco ha tomado declaración no solo a los familiares del joven que se quitó la vida, sino también a soldados y un jefe del RIM 11 con distintos resultados.
Por su parte, los familiares sostienen que Quintero habría sido víctima habría sido victima de maltratdos, de situaciones deningrantes y estigmatizantes que lo habrían llevado a quitarse la vida. Además indicaron que habría sido amenazado con despedirlo de la fuerza por un problema físico en un brazo. Los padres sumaron al expediente algunos mansajes que le habría enviado su hijo.
Por su parte, algunos soldados sostuvieron en sede judicial que Quintero recibía el mismo trato que todos, entre ellos transportar una pesada piedra de un lugar a otro, sin ningún tipo de razón.
Lo mismo dijo un subjefe del RIM 11, afirmando que, Quintero había tenido un problema con un soldado que tenía más antigüedad en el ejército y que esta persona, tras comprobarse el hecho fue sancionado y se le inició un sumario.
Por ahora, se mantiene abierta la causa por presunta instigación al suicidio y no se descarta ninguna hipótesis. Si esta instigación se descartara por falta de pruebas, el asunto podría quedar en un maltrato laboral por lo que los padres podrían iniciar una demanda civil por daños y perjuicios.