Una vez más, Mendoza fue escenario de un tristísimo femicidio que enlutó a la provincia. Florencia Guiñazú fue hallada sin vida en una habitación de su casa en Guaymallén junto a su pareja Ignacio Notto colgado. La principal hipótesis del caso apunta a que el hombre fue quien la asesinó ahorcándola con las manos y luego se quitó la vida colgándose con un cable coaxil.
El sábado pasado, Guiñazú celebraba sus 30 años y una semana más tarde murió en manos del hombre con el que compartía sus días. La pareja fue hallada sin vida en la habitación que compartían en calle Bombal al 300, luego de que los vecinos llamaran al 911 tras ver un cartel pegado en la puerta de la vivienda que rezaba: “Llamen a la Policía que los niños están solos”.
Guiñazú y Notto eran pareja y padres de dos niños. Un varón de 7 años que fue socrrido por los vecinos tras el femicidio, y una nena de 5 años que, según fuentes policiales, estaba con una de sus abuelas.
La joven asesinada era oriunda de La Consulta, San Carlos, pero llevaba ya algunos años viviendo en Gran Mendoza. Amante de la naturaleza y del fitness, la joven amaba el deporte: entrenaba fútbol, rugby y crossfit.
La joven madre era Técnica en Higiene y Seguridad Laboral y se dedicaba a tatuar, de hecho tenía una página en la red social Instagram donde mostraba los trabajos en las distintas pieles donde dejó plasmado su talento.
En sus redes sociales se la puede ver en varias fotos junto a Notto, a quien había denunciado en noviembre pasado por violencia de género, pero con quien al parecer había apostado a darle nueva oportunidad para rearmarse como pareja.
Los vecinos explicaron a los agentes y a personal de la fiscalía de Homicidios que durante la noche del viernes y en la mañana de este sábado habían escuchado muchos ruidos coincidentes a una fuerte pelea, pero nadie llamó a la Policía pese a que sabían que Notto Escobar era violento con Guiñazú.