La investigación por la muerte de Kevin Nahir González Ejea, el joven de 18 años que falleció en febrero pasado tras recibir un disparo por parte de la Policía durante una pelea callejera en Malargüe, tuvo un nuevo capítulo este martes, cuando la Justicia decidió sobreseer a tres de los agentes implicados. Mientras que una cuarta acusada fue imputada.
Este martes en la tarde, la Justicia del Sur mendocino determinó que de los cuatro policías implicados, Erica Sen, Denis Guizzardi y Adriel Osorio, fueran sobreseídos debido a que las pericias demostraron que ninguno de ellos había efectuado los disparos.
La pesquisa comprobó que Guizzardi y Osorio no portaban armas letales, sino que usaban munición con posta de goma. Además, no había rastro de pólvora en sus manos y uniformes.
Por otra parte, las cámaras de la zona fueron claves para poder validar los testimonios de los acusados. En las grabaciones se ve a la oficial Sen sin portar ningún tipo de arma en sus manos al momento del hecho, según informaron fuentes judiciales.
En cuanto la oficial Verdugo, seguirá imputada por homicidio simple agravado por el uso de arma de fuego y continuará detenida. Por otra parte, la fiscal a cargo de la causa, Andrea Lorente, pidió una prórroga de la investigación mientras espera los resultados de algunas pericias tecnológicas.
La muerte de Kevin
La madrugada del sábado 12 de febrero, cerca de las 3, comenzaron a ingresar varios llamados al 911 alertando que, en las proximidades de la calles Villa Nueva y Olascoaga de Malargüe, un grupo de jóvenes estaba protagonizando una pelea callejera en una plaza del barrio Güemes.
Por ese motivo es que se desplazaron hasta el lugar dos móviles policiales, uno de ellos perteneciente a Cuerpos Especiales. Según información policial, los jóvenes dejaron la pelea de lado y se fusionaron en un solo grupo para agredir a los uniformados. Fue entonces que los policías sacaron sus armas, mientras pedían refuerzos.
Pero en ese interín de lluvia de piedras, Kevin González recibió un proyectil en el pecho, debajo de la tetilla izquierda, y sus mismos familiares lo llevaron a un centro asistencial donde los médicos constataron la muerte por “herida de arma de fuego con orificio de entrada en neumotórax izquierdo y orificio de salida dorso lumbar”.
La situación de violencia extrema fue informada a la fiscalía, desde donde apareció la orden de que se individualizara a los testigos. Más tarde, el fiscal Giaroli pidió que los efectivos que se desplazaron al lugar quedaran aprehendidos e incomunicados y sus armas fueran secuestradas.
Los peritajes realizados por Policía Científica en el lugar de hecho fueron realizados recién el domingo por la mañana, cuando la escena había sido contaminada, ya que algunas vainas fueron entregadas por vecinos de la zona y tiempo después el caso quedó en manos de la fiscal Lorente.