Una semana ha pasado desde el trágico suceso que tuvo como protagonista a Luis Alberto Parra (56), el hombre que llegando a su casa de El Challao fue arrastrado con su auto por la fuerte corriente de agua que circulaba por las calles debido a las tormentas del viernes 12. Ayer las fuerzas realizaron un amplio operativo en la zona donde desapareció la víctima, pero otra vez con resultados negativos.
Desde aquella madrugada hasta la noche de este jueves continuaron los trabajos para intentar dar con el cuerpo de esta persona. Aunque sea doloroso para la familia, las autoridades que encabezan los operativos reconocen que no hay esperanzas de hallarlo con vida y, prácticamente, son nulas las posibilidades de encontrar el cuerpo entero. El objetivo de los rastrillajes es poder dar con partes del cadáver y que esto sirva para que los parientes terminen de aceptar el fatal desenlace.
A lo largo de esta semana se recuperaron algunas pertenencias de Parra, entre ellas, parte de su vestimenta y una tarjeta de débito, elementos que fueron reconocidos por sus allegados. El hombre vivía muy cerca del lugar del hecho, sobre la avenida Champagnat, en el barrio San Expedito.
Alrededor de la 1.30 pasaba por el badén ubicado frente al camping de ATSA. Cuando quiso cruzar este reductor de velocidad quedó atrapado con su Suzuki Swift por la cantidad de agua acumulada por las lluvias.
Según un testigo de la tragedia, Parra intentó seguir pero el rodado no salía, hasta que lo sorprendió el caudal que bajaba y lo arrastró con destino incierto. En esa zona del piedemonte hay un cauce aluvional y en ese sector comenzó la búsqueda de la Policía, de los bomberos y de Defensa Civil, una vez que se reportó lo sucedido al 911.
Horas después llegó el primer hallazgo, que sería casi premonitorio. El vehículo fue encontrado totalmente destruido y compactado en un zanjón, a dos kilómetros.
En estos siete días se rastrillaron en total unos 8 kilómetros del cauce, desde el camping hasta la ruta 52 que va a Villavicencio. No hay restos humanos, a pesar de la insistente búsqueda y de que los perros entrenados marcaron algunos sitios.
Ayer se realizó el mayor operativo del caso, ya que se dieron las condiciones climáticas luego de un fin de semana con precipitaciones en la provincia. Aprovechando que no había barro, policías a pie, efectivos a caballo, canes y hasta drones que sobrevolaban, recorrieron el terreno por casi 12 horas. Además, personal de la Municipalidad de Las Heras utilizó maquinaria especial para remover la tierra, todo seguido minuciosamente por la familia.
Un helicóptero de la Policía ha sido otro de los protagonistas desde el viernes pasado, aunque tampoco la panorámica desde las alturas ha dado resultados.
Más allá de que no hay sospechas de que el hombre haya sido víctima de algún delito y está descartada la participación de terceros, tal cual lo refleja una cámara de seguridad, la fiscalía de Homicidios abrió un expediente de averiguación paradero.