Sigue peleando por sobrevivir el policía retirado que el viernes pasado defendió a su padre de delincuentes, resultando ambos baleados. El estado del ex efectivo es delicado y está en terapia intensiva. En paralelo a su salud, los pesquisas tratan de dar con los malvivientes que hirieron a las víctimas.
Carlos Almazan (51), quien terminó su carrera en la Fuerza como Cabo Primero, permanece en el Hospital Central en muy grave estado por la herida de arma de fuego que sufrió en el abdomen y que pone en riesgo su vida. Además, los impactos de bala le provocaron lesiones en un glúteo y en la pierna derecha.
Al nosocomio llegó el viernes por la tarde, luego de un asalto en la casa de su papá, en calle Pedro Vargas al 700 de Dorrego. Su progenitor, identificado como Carlos Dalmiro Almazan (84), también resultó afectado por un disparo en la pierna derecha, a la altura de la rodilla, pero que en principio no compromete su situación.
La búsqueda de los asaltantes
Esperando una sumatoria de pruebas están en la Fiscalía de Homicidios, para tratar de identificar a los dos ladrones que irrumpieron en el domicilio. Entre las medidas que se aguardan, una de vital importancia a esta altura es la declaración del hombre mayor para relatar lo sucedido. Se cree que en los próximos días estará en condiciones para dar su testimonio.
Él fue quien recibió a los delincuentes cuando golpearon la puerta de su casa. El señor esperaba que llegara un mecánico, sin embargo, se encontró con dos sujetos armados que lo obligaron a ingresar a punta de pistola.
Al ver esto su hijo comenzó a forcejear con uno de los malvivientes, y a partir de ahí empezaron los disparos. El objetivo de los agresores era robar, pero de la vivienda no se fueron con ningún objeto de valor.
La causa fue caratulada como tentativa de homicidio criminis causa y robo agravado por el uso de arma de fuego en grado de tentativa; es decir, los autores quisieron matar a las víctimas para lograr la impunidad en el asalto.
Hasta anoche la investigación no tenía sospechosos, ni tampoco demasiados elementos para avanzar en el esclarecimiento. Por ahora no hay testigos presenciales, ya que las personas que arribaron a la escena lo hicieron después de los disparos.
Tampoco al fiscal Gustavo Pirrello, quien instruye el expediente, le han informado sobre alguna cámara de seguridad en la zona que pueda ser revisada para obtener detalles del episodio.
Mientras, los detectives esperan la evolución de Almazan hijo para que también declare, aunque lo inmediato es que pueda salvar su vida.