Finalmente, el apodado “Chacal del Covimet” deberá enfrentar a un tribunal, acusado de haber abusado sexualmente de tres de los cinco hermanitos a los que debía cuidar en ese barrio de Godoy Cruz. El temor de la querella era que la causa se considerara prescripta ya que las víctimas denunciaron el horror 12 años después de haber cumplido la mayoría de edad, pero una jueza entendió que Hugo Daniel Sánchez deberá ser sometido a juicio ya que los casos de abusos sexual a menores no prescriben.
Para argumentar su determinación, la jueza María Cristina Pietrasanta se basó en la Convención Internacional sobre los Derechos del Niño, a la que Argentina adhirió en 1990. Allí se establece la protección de los menores en este tipo de casos. Así, la magistrada coincidió con la postura del abogado querellante Sergio Salinas, quien desde que comenzó a trabajar en el expediente sostuvo que la acción penal era imprescriptible.
Con la confirmación de la jueza Pietrasanta, el hombre de 62 años deberá ser juzgado en los próximos meses por “abuso sexual con acceso carnal, agravado por el aprovechamiento de la convivencia preexistente con un menor de 18 años de edad y por ser el autor encargado de la guarda, en modalidad de delito continuado en concurso real con promoción a la corrupción de menores agravado por ser el autor persona conviviente y encargada de la guarda”, según su imputación.
La resolución fue tomada por la magistrada esta mañana en una audiencia a la que también asistieron el fiscal Flavio D’Amore, último en entender en la causa, y el querellante Salinas.
El “Chacal del Covimet” fue detenido el primer día de abril de 2022, pese a que la denuncia se había radicado en 2019. Ese viernes Sánchez fue arrestado por la mañana en su casa, sindicado como el autor de los vejámenes a los que había sometido a tres de los cinco menores. A los dos restantes los habría sometido a constantes maltratos físicos y psicológicos, según la denuncia.
El hombre era un ex trabajador estatal que cuidaba a chicos desamparados en casas cuna y había adoptado a los hermanitos porque su mamá no podía criarlos. De acuerdo a la acusación, los abusos fueron cometidos durante más de 10 años, entre 1993 y 2003, cuando las víctimas -dos varones y tres nenas- eran menores de edad.
Del relato de las víctimas se pudo establecer que todo comenzó en 1993, cuando Sánchez se desempeñaba como empleado estatal en Colonia 20 de Junio, una casa cuna de Godoy Cruz. Él y su esposa, quienes entonces ya tenían una hija biológica y habían calificado para participar del programa de Familia Cuidadora, quedaron a cargo de los cinco chicos por resolución de la ex Dirección de Niñez, Adolescencia, Ancianidad, Discapacidad y Familia (Dinaadyf).
Por ello, la querella también ha pedido la detención de la esposa del imputado, quien habría estado en conocimiento de los abusos y maltratos. En la audiencia de este lunes se estimó que en el corto plazo empezará una investigación en contra de la mujer para comprobar o desestimar la hipótesis.
Tras el largo calvario que dijeron haber vivido, los hermanos se animaron a denunciar las atrocidades el 11 de octubre de 2019. Tenían entre 1 y 8 años cuando fueron adoptados por la pareja y fueron obligados a realizar prácticas sexuales incluso entre ellos, según declararon. Para ellos el infierno terminó cuando cumplieron la mayoría de edad y pudieron dejar la casa del horror en el barrio Covimet.
