Gran cantidad de medicamentos que no cumplían con los estándares de comercialización vigentes y valuados en 10 millones de pesos fueron secuestrados por personal de La División Delitos Económicos de la Policía de Mendoza que realizó una batería de allanamientos en San Martín.
Los uniformados encontraron un depósito al que consideraron “una verdadera bomba de tiempo”: había botellas de alcohol de uso medicinal y pirotecnia. También se decomisaron armas de fuego.
Ayer, personal de Delitos Económicos realizó en el Este provincial una serie de allanamientos. En una vivienda de la manzana B del barrio MEBNA la policía secuestró gran cantidad de medicamentos entre los que se encontraban psicotrópicos, ansiolíticos, analgésicos, entre otros, y que fueron valuados en unos $10.000.000.
En otra vivienda del mismo barrio, pero en la manzana D, se secuestraron $3.200.000, 4700 dólares, documentación de interés para la causa, dos computadoras, 3 teléfonos y varias armas y municiones: un revolver calibre 22 cortos, 00 cartuchos calibre 22, una escopeta doble caño calibre 16, una carabina marca Batan.
En una vivienda ubicada en la manzana 25 de barrio Segundo SEC, se secuestró una camioneta Mitsubishi Montero y se aprehendió el comerciante Raúl Porte, un hombre domiciliado en la vivienda donde se encontraron los medicamentos.
Se trata de mercadería sólo puede venderse bajo receta médica y en farmacias. Además, las condiciones en que eran guardadas, no eran las indicadas.
Los medicamentos y comerciante demorado quedaron a disposición de Ivana Aramendi, responsable de la secretaria Penal E del Juzgado Federal 3, desde donde se libraron las ordenes de allanamientos. Las faltas que se investigan con infracción a la Ley de Farmacia y delitos contra la salud pública.
Un comerciante que cambió de rubro
Según explicó una fuente policial, la investigación surgió por datos obtenidos por personal de Investigaciones que detectaron venta de medicamentos fuera del circuito legal.
El dato fue remitido a la Justicia Federal que dio luz verde para profundizar la pesquisa. Concretamente se estableció que un comerciante que se había dedicado en otro tiempo a la venta mayorista de golosinas y productos para quiosco había cambiado de rubro y ahora se dedicaba a la venta de medicamentos, tal vez por considerar que esto era más redituable económicamente.
Para ello contaba con dos depósitos y su casa donde acopiaba la mercadería y con dos personas que cumplían el rol de repartidores. La “cartera de clientes” era de su antigua actividad.
“La venta de medicamentos está prohibida por fuera del circuito legal que pasa por las droguerías, el Colegio Farmacéutico y las farmacias, todos con normas y protocolos que incluyen cadena de frío y observación de los vencimientos. Acá personal de Farmacia del Gobierno de Mendoza que trabajó en el operativo detectó, por ejemplo, antitérmicos para niños y Viagra que estaban vencidos desde hace 2 años”, explicó la fuente consultada.
Pero esta no fue la única situación anómala detectada por los uniformados: “en la cochera de una de las viviendas allanadas que era usada a modo de depósito encontramos gran cantidad de botellas de alcohol de uso medicinal, junto a pirotecnia, pegamentos y alimentos. Una verdadera bomba de tiempo que estaba frente a un centro de salud público”, explicaron.
Hasta ayer no se había logrado establecer el circuito comercial por el cual el comerciante compraba los medicamentos.