Como parte de una mega causa que investiga el tráfico ilegal de armas a Chile desde Argentina -y por Mendoza-, 12 personas fueron detenidas este jueves en Mendoza. Además, otras tres fueron detenidas en Buenos Aires, mientras que dos más fueron apresadas en Santiago (Chile).
Los allanamientos se llevaron adelante a primera hora de ayer, jueves, e intervinieron fuerzas de seguridad de ambos países (Policía Federal y Gendarmería argentina, PDI de Chile). Incluso, detrás de todo el procedimiento estuvieron jueces y fiscales federales de Argentina y de Chile también.
Siempre de acuerdo a la línea investigativa, se cree que los detenidos eran parte de una red delictiva y organizada, dedicada al contrabando de armas y que han sido traficadas desde diversos pasos fronterizos no habilitados y que vinculan a Argentina y Chile.
De acuerdo con la información con que contaba la Justicia, el centro de operaciones de este grupo organizado se encontraba en Mendoza, más precisamente en Maipú. Y, como parte de todo el circuito, tenían bases en Los Andes y en Santiago, ya del lado chileno.
Además, según confirmaron desde la Justicia Federal, la organización es investigada también por operaciones de lavado de activos.
LOS ALLANAMIENTOS
La calma de la fría y lluviosa mañana de ayer, jueves, se vio interrumpida de manera abrupta en exactamente 18 puntos distribuidos en el Gran Mendoza, aunque con foco en Maipú. Y es que personal de la Policía Federal, de Gendarmería Nacional Argentina y hasta de la Policía de Investigaciones (PDI) de Chile realizaron una serie de allanamientos en distintos domicilios.
En total, decenas de efectivos de estas tres fuerzas -trabajando en conjunto- irrumpieron con sus respectivas órdenes en los 18 lugares bien identificados de la provincia. Y detrás de la pista que permitiera encontrar más indiciós y pruebas del delito investogado: tráfico ilícito trasnacional de armas.
En Mendoza, esos 18 allanamientos se desarrollaron en domicilios particulares y en algunas celdas del Complejo Penitenciario Federal VI de Cuyo. Como resultado, se secuestraron armas de fuego, estupefacientes y teléfonos celulares, que serán analizados por la Justicia. Asimismo, en Mendoza se detuvo a 12 personas involucradas en la organización criminal.
En simultáneo, en la provincia de Buenos Aires fueron detenidas otras tres personas a primera hora de ayer y quienes están sospechadas de ser integrantes de la mencionada asociación ilícita. A estas personas se les secuestraron 3 armas de fuego, estupefacientes y evidencia digital que deberá ser peritada.
Dada la dimensión y la cantidad de operativos dispuestos en simultáneo, los procedimientos realizados en territorio argentino contaron también con la intervención de personal de la Policía Federal de San Luis y San Juan, que actuó en forma conjunta con la Gendarmería Nacional.
Fue la orden emitida por el Juzgado Federal 3, a cargo del magistrado Marcelo Garnica, la que dio luz verde a estos operativos. Y fue a raíz de lo solicitado por el fiscal federal Fernando Alcaraz, quien encabeza la investigación y participó de los allanamientos.
En Santiago de Chile, en tanto, la Policía de Investigaciones (PDI) registró 14 domicilios y dispuso la detención de otras dos personas, también imputadas como participantes en la comercialización de estupefacientes.
CÓMO SE TRAFICABAN LAS ARMAS
Si bien la investigación aún no concluye -y está en manos de la Justicia Federal-, fue hace un año y medio cuando se conoció lo que sería la punta de un enmarañado ovillo y que involucra una trama de tráfico de armas con, incluso, hasta camioneros involucrados.
La investigación binacional comenzó el 14 de noviembre de 2022. Tuvo su origen en algunos hechos de tráfico de armas que generaron una investigación proactiva por parte del Ministerio Público Fiscal de la Nación.
De acuerdo a la instrucción y en lo que se ha avanzado desde el comienzo, la Policía Federal de Mendoza dio hace tiempo con datos y pruebas -seguimiento de teléfonos celulares incluido- que involucraban a camioneros argentinos que llevaban armas de distinto calibre, siempre ocultas en las cabinas de sus vehículos y con el objetivo de revenderlas en Chile.
Esas armas, siempre de acuerdo a los avances de la investigación, eran adquiridas ilegalmente en barrios populares y asentamientos mendocinos y de Buenos Aires. Los transportistas las guardaban ocultas en las cabinas de sus camiones y, a través de una red de contactos, eran luego revendidas a delincuentes en Chile.
Así fue como se tejió la red de colaboración judicial entre Argentina y Chile, y se conformó el equipo que, desde hace tres años, viene trabajando codo a codo en el caso. Fue a lo largo de este tiempo, además, en que se identificó a algunos de los involucrados y se comenzaron a seguir sus pasos y movimientos.
Incluso, siempre con las autorizaciones judiciales correspondientes, se avanzó en las escuchas telefónicas en los equipos de aquellas personas identificadas como los encargados de proveer las armas y trasladarlas ilegalmente.