Un joven de 19 años sufrió una brutal golpiza por parte de un grupo de rugbiers durante los festejos por el Día del Amigo en el Club Náutico Arsenal de Zárate. El incidente, que ocurrió el sábado pasado, evocó recuerdos del caso de Fernando Báez Sosa, asesinado en Villa Gesell en enero de 2020: “Hoy me pudo haber tocado a mí ser como la mamá de Fernando”, afirmó la madre de la víctima, Natalia.
La agresión tuvo lugar durante una fiesta en el mencionado club, cuando todo parecía transcurrir sin problemas. De repente, el joven recibió un fuerte golpe en la cara, cayó al suelo y continuaron agrediéndolo.
Natalia, madre del joven agredido, relató que el ataque comenzó contra dos amigos de su hijo: “Uno de esos chicos quedó tirado en el piso y cuando mi hijo lo fue a buscar para sacarle la gente de encima, comenzaron a golpearlo a él y fue el que terminó mayormente dañado”.
El joven fue golpeado mientras estaba de pie y, al caer al suelo, recibió varias patadas en la boca, resultando en una herida que requirió dos puntos de sutura en los labios. Además, una fuerte patada en la sien puso en riesgo su salud.
Natalia destacó que dos jóvenes intervinieron para rescatar a su hijo: “En el momento en que empiezan a ver la pelea, se acercan y los sacan”.
Su hijo fue atendido de inmediato por los servicios de emergencia. Tras una tomografía, se confirmó que no sufrió lesiones graves por el golpe en la sien: “Le hicieron una tomografía, pero por suerte el golpe que recibió en la sien no le generó ninguna lesión grave”.
Natalia expresó su preocupación y frustración a través de una carta en redes sociales: “Volvemos a repetir historias que nos quedan muy marcadas”. La Policía identificó a los agresores y los directivos del club informaron que el principal atacante ya había sido expulsado de la institución por su participación en una pelea anterior.
“Son hechos que se repiten. Hace dos semanas tuvieron una situación de este estilo en Campana”, remarcó Natalia, quien también reveló que esta no es la primera vez que su hijo y su grupo de amigos son atacados por el mismo grupo de rugbiers.
“Es el cuarto episodio que el grupo de mi hijo recibe un ataque de ellos. Hace unos meses, ellos recibieron un primer agravio contra uno de los amigos, pero no pasó a mayores. Volvió a repetirse con otro de los chicos y esta es la cuarta vez”, detalló.
Finalmente reflexionó: “Mi intención es que estos chicos entiendan algo, porque evidentemente no entendieron nada de lo que pasó hace cuatro años. Siguen recayendo en estas situaciones. No quiero llegar a otra instancia porque a mi hijo lo tengo y está vivo, pero un golpe de más o un golpe distinto lo mata”.
