La justicia sureña ordenó la prisión domiciliaria para la policía Nadia Verdugo, quien se encuentra imputada por el delito de homicidio por la muerte de Kevin Nahir González Ejea (18), un joven que falleció durante una pelea entre un grupo de jóvenes y cuatro uniformados.
La medida fue ordenada por el juez Juan Ignacio Olmedo, tras un pedido del defensor de la uniformada. El magistrado impuso también una fianza de 200 mil pesos”.
Verdugo prestaba servicio en la Comisaria 24 de Malargüe y está imputada por homicidio agravado por uso de arma. La mujer policía efectuó nueve disparos con la pistola 9 milímetros, según consta en la investigación Todas las vainas servidas encontradas por Policía Científica salieron del arma de la uniformada.
Desde la Inspección General de Seguridad (IGS) explicaron que ya se abrieron sumarios a los cuatros efectivos involucrados y que Verdugo ha sido pasada a “pasiva”, por lo tanto solo cobra la mitad de su sueldo. Los otros tres, imputados por abuso de arma, ya han vuelto a sus funciones habituales.
El 18 de febrero pasado Verdugo debió ser internada en el hospital Schestakow tras consumir en exceso una medicación recetada, con la intención de quitarse la vida. Amigos y familiares, tras el hecho realizaron varias marchas en Malargüe y en San Rafael pidiendo por su libertad.
Un caso de gatillo f`ácil
El 12 de febrero, cerca de las 3 de la madrugada, comenzaron a ingresar varios llamados al 911 alertando que, en las proximidades de la calles Villa Nueva y Olascoaga de la ciudad de Malargüe, unos jóvenes estaban protagonizando una pelea callejera en una plaza de barrio Güemes.
Por eso se desplazaron hasta el lugar dos móviles policiales, uno de ellos perteneciente a Cuerpos Especiales. Según información policial, los jóvenes que protagonizaban la pelea se unieron y comenzaron a arrojarles piedras, por lo que los uniformados respondieron a la agresión con armas largas, al tiempo que pedían refuerzos.
En medio de la reyerta los policías comunicaron al 911 que había una persona herida con arma de fuego. Se trataba de Kevin González, quien había recibido un proyectil en el pecho, debajo de la tetilla izquierda. Fueron los familiares de la víctima quienes lo llevaron hasta un centro asistencial donde los médicos constataron la muerte y diagnosticaron “herida de arma de fuego con orificio de entrada en neumotórax izquierdo y orificio de salida dorso lumbar”.
Cuando la situación fue informada a la fiscalía, el ayudante fiscal Luis Alasino ordenó que se individualizara a posibles testigos pero la situación en el lugar era muy tensa.
Más tarde, el fiscal Giaroli ordenó que los efectivos que arribaron al lugar quedaran aprehendidos e incomunicados y sus armas fueran secuestradas. Los peritajes realizados por Policía Científica en el lugar de hecho fueron realizados recién el domingo por la mañana, cuando la escena había sido contaminada, ya que algunas vainas fueron entregadas por vecinos de la zona.
