Un conocido empresario y es conocido en el ambiente del golf volverá a ser juzgado porque habría abusado de su sobrina, cuando la joven era una niña, luego de que fuera anulado el primer debate.
D. D. B., de 46 años, fue juzgado en junio pasado pero hacia el final del debate, tres jueces decidieron anular el juicio y ordenar otro, algo que la Corte de Mendoza convalidó aunque sin entrar en la cuestión de fondo, por lo que el nuevo debate comenzará el lunes próximo a las 9 en la sala 15 del Polo Judicial.
El nuevo tribunal estará conformado por los jueces Marcelo Gutiérrez de Barrio, Mauricio Juan y Ramiro Salinas, en tanto que la acusación será llevada adelante por Virginia Rumbo, fiscal de Delitos contra la Integridad Sexual.
Desde la defensa del acusado explicaron que están esperando aún que se resuelvan dos planteos que han realizado. El primero, en la Corte de Nación, donde se solicitó que absuelvan al acusado, teniendo en cuenta dos fallos similares, uno de Buenos Aires y otro de Tucumán, donde se terminó absolviendo a los sospechosos.
Por otra parte, la defensa también realizó en diciembre un planteo ante el tribunal de juicio solicitando que se declare nulo el debate y que se extinga la acción penal, ya que la defensa pudo ver los videos del juicio anterior que, claro, fue declarado nulo.
Esta semana el tribunal ha decidió que esa nulidad sea planteada por la defensa, el lunes, dentro del debate que, de arranque, será polémico.
El caso
En agosto de 2019, una joven denunció a D. D. B., un empresario de 44 años, de haberla abusado sexualmente. En abril de ese año fue detenido. En julio de 2021 se le dictó la prisión preventiva al acusado, quien se dedica al rubro de la construcción, tiene locales comerciales en Palmares y es muy conocido en el exclusivo ambiente del golf.
El hombre está imputado por un delito grave: abuso sexual agravado gravemente ultrajante y promoción de corrupción de menores, ambos cargos agravados por ser encargado de la guarda de la víctima.
Según la denunciante, quien actualmente tiene 25 años, los abusos comenzaron cuando ella tenía sólo 11 años y hasta los 19. En la denuncia la mujer sostiene que, como su mamá debía trabajar pues mantenía el hogar, ella pasaba mucho tiempo en la casa de sus tíos. Y los días en que se quedaba a dormir, el presunto agresor sexual aprovechaba para meterse en su cama y tocarla. A medida que fueron pasando los meses, le mostraba videos en los que mantenía relaciones sexuales con su esposa y le exigía que replicara esas prácticas sexuales.
De acuerdo a la denuncia, el hombre le decía a la niña que no le contara a nadie lo que le hacía, al tiempo que le entregaba costosos regalos con el fin de que guardara silencio.
Lo cierto es que en 2019 la joven decidió contarle a su madre la situación que había vivido cuando era niña a manos de su tío, quien era a la vez su empleador, ya que trabajaba en el local que el acusado tiene en Palmares.
La incorporación de la pericia psicológica en el expediente que investigó la fiscal de Delitos Sexuales Virginia Rumbo es una de las pruebas en contra del acusado ya que el relato de la joven indica que es coherente y no fabula.
El primer juicio
En junio de 2022 los jueces Aníbal Crivelli, Ariel Spektor y Alejandro Miguel, luego de que declararan todos los testigos –incluso la denunciante- y que la fiscalía, la defensa y la querella realizaran los alegatos, decidieron anular todo, no dictar sentencia por defectos técnicos en la acusación y ordenaron que se realice un nuevo debate.
Luego, el caso llegó a la Corte provincial que, sin expedirse sobre la cuestión de fondo abrió el juego para que se haga este segundo debate.
Pero no sólo se trata de una cuestión técnica, porque la decisión de los jueces de anular el debate y ordenar que se haga otro con otros magistrados ha dañado a los protagonistas del hecho: la joven denunciante siente que otro juicio la revictimizará e incluso postergará sus planes de radicarse en Europa. En tanto que el empresario acusado deberá seguir preso hasta que haya una sentencia.