Los maullidos de Gil Pereg al inicio del juicio por jurado por los asesinatos de Pyrhia Sauroussy (63), Lily Pereg (54) no solo obligaron a la jueza Laura Guajardo a desalojar la sala, sino que marcaron las posiciones que tomaron, durante los alegatos de apertura, la Fiscalía de Homicidios y los defensores del israelí, volviendo a subir la tensión del debate.
“Si él maúlla, ladren más fuerte para que deje de engatusarnos”, dijo el acusador principal, Fernando Guzzo, jefe de la Fiscalía de Homicidios, refiriéndose a las 12 personas que integran el jurado popular, haciendo referencia a que Pereg finge tener alteraciones mentales.
Luego de señalar que Pereg enfrenta cargos por los homicidios “despiadados” de su madre y su tía, el fiscal les propuso a los jurados centrarse en una línea temporal del comportamiento del imputado para ver que antes de ser detenido su conducta era la “normal” de un homicida: hizo la denuncia del arma que luego utilizaría para matar a su tía; hizo la denuncia de desaparición de sus parientas, dio notas periodísticas, y transfirió unas armas a sus abogados, entre otras cosas.
Luego sostuvo que en algunas audiencias se comporta normalmente y que ahora “aparece acá maullando”.
Para el fiscal la discusión dura del debate es saber si es inimputable, haciendo referencia sus patológicas (parafrenia, alucinaciones, licantropía), afirmando que son fingidas pero que, en el fondo, “es una persona fuera de lo común, pero eso no lo hace inimputable”.
Luego de pedir el veredicto de culpabilidad, el fiscal arengó al tribunal popular: “si él maulla, ladren más fuerte para que deje de engatusarnos”.