El paso de los días agranda las sospechas y temores de la familia de Jeremías Gelabert (30), un joven padre de Guaymallén que padece bipolaridad y desde hace más de tres semanas es buscado. Las pruebas halladas recientemente abren una hipótesis en medio de la incertidumbre.
Lo último que se supo de este muchacho es que el domingo 22 de noviembre estuvo con sus hermanos comiendo un asado en Godoy Cruz. Precisamente en la zona de Juan. B. Justo y Necochea era la juntada, que él decidió terminar abruptamente. En un momento algo no le gustó y se fue sin dar explicaciones.
Desde entonces su paradero es un misterio. Lo fueron a buscar a San José, donde le alquila una habitación a unos amigos para vivir, pero allí no ha regresado. Tampoco a su trabajo, una empresa de viandas ubicada al lado del supermercado Libertad.
Su celular está apagado y apenas un movimiento en las redes sociales generó esperanzas. El 2 de diciembre apareció en un grupo de Facebook de compra-venta una publicación de Jeremías ofreciendo una impresora. Después de eso, nada más.
“Tenemos mucho miedo; no sabemos si está comiendo, dónde está viviendo, si tiene un techo o cómo lo van a encontrar”, expresó Abel, uno de los hermanos.
“Lo hemos buscado por todos lados pero sin resultados. Fuimos a la casa de sus amigos, a donde iba a andar en bicicleta y preguntamos también en los hospitales psiquiátricos”, agregó.
La recorrida de los parientes se orientó a estos nosocomios especializados ya que Gelabert sufre bipolaridad y creían que quizás fue a pedir ayuda allí. “Él hace un tiempo dejó la medicación; decía que le hacía mal. Estaba con depresión desde que se separó de su pareja y veía muy poco a su hijo. Además, la pandemia lo alejó de los tratamientos médicos”, explicó Abel.
Las cartas que dejó
En el lugar donde vivía Jeremías se realizó un registro policial, en busca de alguna pista que orientara la búsqueda. En su pieza encontraron notas escritas por él con frases particulares.
“Tenía diálogos con él mismo, se preguntaba y se respondía. Daba a entender que debía predicar un mensaje y que era tiempo de estar solo, que es lo que le tocaba”, confió una fuente judicial consultada por Los Andes. “Parecía un propósito religioso”, insistió este detective.
Para la investigación estas cartas no son un dato menor y dejan entrever cierta decisión del hombre de alejarse. Sin embargo, a la familia esta hipótesis no la tranquiliza completamente. “Tenemos esperanzas pero también mucho temor”, remarcó su hermano.
La averiguación de paradero está cargo del fiscal Gustavo Pirrello y se solicita que quien tenga datos de Galabert se comunique al 911 o a los teléfonos 261-2691826 y 261-6139410. Al momento de su desaparición Jeremías vestía musculosa negra y una bermuda del mismo color. Tiene visibles tatuajes, pelo ondulado y barba candado.