La madre de Rodrigo Facundo Roza, el hombre que mató el lunes a un policía en el barrio porteño de Palermo y que hoy falleció producto de las heridas en el enfrentamiento, contó sobre la salud mental de su hijo previo al crimen.
Roza vivía junto a su madre Marta en un departamento sobre la calle Salguero, cerca de la zona donde ocurrió el hecho. “Se nota que tuvo un brote psiquiátrico”, explicó la mujer en diálogo con “Telenueve” (El Nueve) y detalló que los problemas psiquiátricos de su hijo “comenzaron durante la cuarentena” y “no fue bien tratado” médicamente.
Contó que Rodrigo había tenido un brote psicótico recientemente y “que habían sido solo cuatro días”. Sin embargo, destacó que ayer el hombre “se levantó bien”.
"Era muy católico, un amor de hijo. Sufría mucho con lo que pasa en la Argentina, con la pobreza”, resaltó la mujer, quien expresó que “seguramente fue directo al cielo”.
Reveló, además, que Rodrigo vivió en Canadá, país del que tenía la ciudadanía y donde estudió psicología cuatro años, pero que al principio le fue difícil adaptarse, aunque luego llegó a tener amigos.
El joven allí “trataba a chicos con problemas psiquiátricos y pintaba las casas de los chicos del campo y las amoblaba”, según confió Marta en el noticiero.
La mujer envió un mensaje de apoyo a la familia de Juan Pablo Roldán, el efectivo de la Policía Federal asesinado, y manifestó sus condolencias.
“Seguramente esa gente está destrozada, yo no soy indiferente a lo que les pasa. Siento horrores por la familia del policía", consideró. Sin embargo, dudó acerca de cómo actuó la policía: “Nadie muere de un disparo en la pierna, él recibió varios disparos”.
Un caso estremecedor
El crimen del policía Roldán ocurrió a plena luz del día y a la vista de un grupo de gente que tomaba algo en la vereda de un bar, tal como puede observarse en los registros de las cámaras de seguridad.
En el video se ve cómo el asesino primero se para al lado de dos clientes de un bar y empieza a gritar frases incoherentes, lo que obliga a la intervención de dos efectivos de la Policía Federal. Uno de ellos, el inspector Roldán.
Si bien los agentes de la Federal intentaron dialogar y calmar a Roza, no lo lograron. El hombre sacó un cuchillo que guardaba en su mochila y atacó a los policías. Pese a que en un principio se negó a disparar, finalmente Roldán baleó las piernas el atacante para tratar de evitar causarle un daño mayor a él y al resto de personas que observaban la escena. En el medio de toda esa secuencia, Roza le asestó cuatro puñaladas: una en el corazón.
El policía Roldán falleció a los pocos minutos en el sanatorio Mater Dei, cercano al sitio del crimen. Roza, en tanto, murió en el hospital Fernández por heridas de arma de fuego en su pierna y abdomen.