La Fiscalía de San Martín podrá tener este lunes mayores precisiones sobre el caso de la niña de 13 años de una zona rural de San Martín que se encuentra embarazada y que habría sido abusada por el padre de una compañerita de la escuela, un hombre de 29 años que está detenido.
Es que ese día, la Fiscalía de Delitos Sexuales de la Tercera Circunscripción Judicial ha citado a declarar a los padres de la menor, quienes en los últimos días se han dedicado a cuidar a la niña que se encuentra internada en el hospital Perrupato, cursando un embarazo que tiene menos de 20 semanas, según se informó oficialmente.
El Ministerio Público Fiscal comenzó a investigar el caso ni bien las autoridades de la escuela donde la niña cursa realizaron la denuncia correspondiente, tras activar el protocolo para este tipo de caso que establece, entre otras cosas, la intervención de los Equipos Técnicos Interdisciplinarios (ETI) para que realicen el abordajes psicológicos.
El lunes pasado, la chica llegó a la escuela y le dijo a la maestra de séptimo grado que no podía realizar la clase de educación física porque estaba embarazada. Rápidamente el ETI trasladó a la niña al hospital Perrupato, de San Martín, donde los médicos confirmaron el embarazo tras la pruebas de rigor.
El dato pasó rápidamente a la Fiscalía de Delitos Sexuales y, tras las primeras averiguaciones, el jueves pasado se detuvo a un hombre de 29 años, vecino de la niña y, además, padre de una compañera de la menor abusada.
Detenido e imputado
El sujeto fue detenido por personal policial en la zona donde reside y llevado a la fiscalía que dirige el fiscal Oscar Sívori. Se ordenó una fuerte imputación: “abuso sexual con acceso carnal agravado y en reiteradas oportunidades”, por lo que quedó detenido a la espera que se dicte en los próximos días la prisión preventiva.
Por el tipo de imputación, los investigadores han establecido que los abusos se repitieron en el tiempo y que habrían sido conocidos en el ámbito donde la niña vive, en una finca del Este.
En una entrevista con Canal 7 una funcionaria explicó que el presunto agresor sexual tenía un vínculo telefónico con la niña y un contacto cotidiano. Y, por otro lado, se sabe que compartían el mismo ámbito ya que son vecinos, viven en la misma finca y, además la niña era compañera de la hija del hombre. Valiéndose de esa cercanía, el agresor habría abusado repetidamente de la pequeña cuando los padres se ausentaban por cuestiones laborales.
Con este panorama, los investigadores quieren saber si los padres de la pequeña podrían haber conocido la situación ya que alguien le dijo a la víctima que no podía hacer ejercicios físicos estando embarazada.
Por otra parte, al estar la niña hospitalizada, no estaría muy cercana su declaración en Cámara Gesell.
Pero esta declaración no tiene por ahora la urgencia que sí tienen las autoridades judiciales y del Ministerio de Salud: saber si los padres de la chica y ella misma deciden sobre el embarazo ya que por ahora, con menos de 20 semanas de gestación, está a tiempo de acceder a una interrupción voluntaria de embarazo. En este punto, sostuvo una fuente que trabaja en el caso, mucho tendrá que ver si el ámbito familiar ha naturalizado esta situación de grave abuso sexual, algo que ha sucedido en otros casos en ámbitos rurales.