Murió Belén San Román, la policía bonaerense de 26 años que estaba internada tras dispararse con un arma en la cabeza por el hostigamiento y el acoso que sufría por parte de su exnovio.
El caso, que se hizo conocido con el rótulo de “pornovenganza”, sucedió en la ciudad de Bragado. El pasado 30 de noviembre, Belén intentó suicidarse luego de que su expareja, Tobías Villarruel, viralizara fotos y video íntimos suyos sin su consentimiento.
Momentos antes de dispararse, San Román le escribió mensajes a sus compañeros de la fuerza policial que, alertados por la situación, fueron inmediatamente a su casa y la encontraron desvanecida en el suelo.
La mujer fue internada en el Hospital Municipal San Luis, de la localidad de Bragado. Tras cinco días, el viernes pasado Belén falleció a causa del balazo que se había dado.
Familiares de Belén aseguraron que la joven “sufría por la viralización de fotos y videos donde se la veía en situaciones íntimas” y, también, por el posterior sumario administrativo que inició la Policía.
Según explicó en una publicación de Facebook su madre, Graciela Álvarez, el hombre que difundió las imágenes fue Tobías Villarruel de la ciudad de Chivilcoy, que se encuentra detenido en Bragado. “Él viralizó fotos y videos de mi hija, hostigándola y amenazándola, e hizo que ella termine con su vida”, escribió la mamá de Belén en redes sociales.
En tanto que allegados y familiares de la joven exigieron que se apruebe el proyecto de ley contra la “pornovenganza”, que en julio pasado consiguió media sanción en el Senado.
La víctima se desempeñaba en el Comando de Patrullas Rural desde hacía algunas semanas, cuando su ex viralizó un video y fotos íntimas de ella para extorsionarla.
“Belén fue víctima, que quede claro, bajo ningún punto de vista se la puede poner en otro lado. Víctima del perpetrador quien difunde las imágenes compartidas en la intimidad (¿quién no lo ha hecho?), víctima de quien recibe y comparte el material, víctima de quien o quienes pronuncian su nombre apuntando con el dedo o catalogando sin siquiera pensar en el daño que ocasionan, víctima del sistema que carece de leyes y abordaje inmediatos, víctima, víctima, víctima”, lamentó Jorge San Román, primo de la mujer policía que murió.