Investigan el caso de la mujer de 86 años que murió minutos después de que le dieran la vacuna rusa contra el coronavirus. Ocurrió el viernes pasado en el club San Lorenzo de Almagro.
Según informó diario Clarín, la morgue judicial ya está analizando el cuerpo y entre las posibles teorías sobre la causa del deceso están una reacción alérgica a la dosis, un problema cardiovascular o un derrame.
La investigación está a cargo de la Fiscalía Nacional en lo Criminal y Correccional 55, cuyo titular subrogante es César Augusto Troncoso. En el marco de la misma, también se secuestraron frascos de vacunas de la posta.
Sucede que la anciana no tenía antecedentes de enfermedades importantes ni había manifestado malestar antes de ir al vacunatorio de Boedo.
Antes de que se cumplieran los 15 minutos desde el pinchazo, la mujer se mareo y sufrió un paro. Un médico del vacunatorio intentó reanimarla con RCP hasta que la atendió el personal del SAME pero murió minutos después.
Se trata de un caso inédito desde que arrancó la vacunación en Argentina por lo que la carátula es “muerte de dudosa criminalidad”.
Las hipótesis
Una de las hipótesis que circularon más fuerte fue la de un shock anafiláctico, una reacción alérgica grave que termina en muerte. Sin embargo, los expertos consideran que faltan elementos que comprueben esa teoría y creen en cambio que hay altas chances de que se haya tratado de un problema cardiológico.
“No está confirmado que haya sido un shock anafiláctico. Para determinarlo, pueden hacerse estudios de laboratorio. Pero por ahora soy cauteloso al respecto”, aclaró Pablo Moreno, presidente de la Asociación Argentina de Alergia e Inmunología Clínica (AAAeIC).
“Se trata de la reacción alérgica más severa. En los primeros minutos causa prurito, vasodilatación, dificultad para respirar y un cuadro generalizado de hipertensión, puntos que por ahora no han sido informados en el caso de esta mujer. De hecho, si la paciente estaba ansiosa por vacunarse, hay posibilidades de que eso haya afectado al corazón y ahí está la clave”, agregó.
Por su parte, el cardiólogo y ex presidente de la Sociedad Argentina de Cardiología (SAC) , Ricardo Iglesias, dijo: “Creo que no hay una relación directa con la vacuna como producto, sino con las condiciones emotivas que la vacunación puede ocasionar porque para una persona mayor implica alegría, ansiedad, movilizarse. Indagaría más en una muerte súbita cardiovascular que en un shock anafiláctico, mucho más lento”.
“A los 86 años, la probabilidad de ruptura de una placa coronaria es muy alta, porque puede haber una fuerte presencia d
e placas de aterosclerosis”, precisó Iglesias.
Gabriel Battistella es subsecretario de Atención Primaria, Ambulatoria y Comunitaria del Ministerio de Salud porteño. Llegó al vacunatorio minutos después del hecho y habló con el hijo de la mujer.
“El hijo me contó que ella desayunó lo más tranquila y que estaba contenta. Que se sentó para esperar los 15 minutos de rigor después de la aplicación, pero que enseguida le dijo que estaba mareada y se desplomó”, explicó Battistella.
Ahora queda esperar los resultados de la autopsia y su presentación ante la Comisión Nacional de Inmunizaciones.