Ya han pasado 35 días desde de la última vez que la familia de Humberto Rodríguez tuvo contacto con él y crece la desesperación por la ausencia del hombre de 71 años que vive en El Nihuil. Se trata de una pequeña localidad ubicada a 73 kilómetros de la ciudad de San Rafael conocida por ser el punto cercano entre los tres departamentos del Sur de Mendoza. En ese mismo pueblo despareció hace 44 años Oscar Garavaglia, un adolescente que fue a pescar con amigos y jamás fue encontrado.
Como si fuese un capricho del destino, ambos casos se unen no sólo por haber sucedido en el mismo pueblo sino por haber sucedido casi en la misma fecha, pero con cuatro décadas de diferencia entre sí. Rodríguez mantuvo el último contacto con su familia el 11 de enero pasado, cuando les dijo que se iba a Luján a visitar a un hermano. Mientras que Garavaglia despareció el 12 de enero de 1979 en un campamento con amigos.
Megaoperativos sin respuestas
Pasaron cinco días, precisamente el 16 de enero, hasta que una hija de Rodríguez se dio cuenta de que su padre no estaba en Luján de Cuyo como ellos creían. De hecho, nunca había llegado a ese destino. Desesperada por la situación, la mujer radicó la denuncia y, tras una primera búsqueda, el caso quedó en manos de la fiscal Andrea Rossi.
Rápidamente comenzó una intensa investigación con el único objetivo de poder dar con Rodríguez. La representante del Ministerio Público Fiscal ordenó en primera instancia dos rastrillajes que se llevaron a cabo en El Nihuil, incluyendo el pueblo y los alrededores del dique. En ellos participaron canes de búsqueda de personas y de restos humanos.
Los operativos también contaron con efectivos de la Policía Rural, de Caballería y de destacamentos de la zona. Luego lo buscaron desde el cielo con equipos de drones y un helicóptero de la Policía. En paralelo, los bomberos de Malargüe y equipos del Valle de Uco recorrieron y rastrillaron todo el lago. Pero no hubo ninguna novedad sobre Rodríguez, sólo algunas pistas sueltas recabadas por la Policía Científica que están bajo peritaje del Cuerpo Médico Forense.
Lo mismo ocurrió 44 años atrás, cuando en la misma zona sorprendió el enorme operativo para buscar a Garavaglia, quien por entonces tenía 17 años y fue minuciosamente buscado con un rastrillaje en el que trabajaron policías de varios departamentos, baqueanos y medio millar de vecinos, que se unieron de manera voluntaria a la búsqueda. También se lo buscó por aire con aviones de la IV Brigada Aérea.
A diferencia del hombre de 71 años, Garavaglia vivía en la ciudad de San Rafael y el 9 de enero de ese año había ido de campamento a El Nihuil con unos amigos. Los adolescentes fueron acompañados por el padre de uno de ellos, como el adulto a cargo.
El 12 de enero se dividieron en grupos por las cercanías del cerro El Nevado para cazar piches y fue la última vez que vieron al joven, cuya desaparición marcó un precedente a nivel nacional.
El casino, la única pista
La investigación de la fiscal Rossi continuó su rumbo hacia varias entrevistas, entre las que se incluyeron 11 puestos ubicados en el campo que rodea al pueblo pesquero. También se le pidió ayuda a la Policía de San Luis para chequear si Rodríguez cruzó a la provincia vecina, donde tiene otros familiares. Los intentos dieron resultado negativo.
Otra línea investigativa a seguir fueron los movimientos financieros del hombre en el Banco Nación, donde cobra sus haberes jubilatorios. Según tienen acreditado los sabuesos, en el último tiempo su cuenta no ha registrado movimientos, como así tampoco se ha cobrado la última jubilación.
No obstante, hasta el momento hay una pista que arroja algo de luz al caso: una cámara de seguridad que captó a Rodríguez entrando al casino de San Rafael, en el hotel Tower de la avenida Hipólito Yrigoyen. Mientras que las cámaras de El Nihuil no revelaron nada de utilidad a la causa.
Por otra parte, los teléfonos peritados por policías de la División Delitos Tecnológicos a familiares del hombre buscado no arrojaron nada que hiciera sospechar a los sabuesos.
Humberto Rodríguez mide 1,80 metros, es canoso, de contextura robusta y de tez blanca. Quienes puedan aportar datos que ayuden a dar con él deben llamar a la línea de emergencias 911 o a la comisaría más cercana.