La desaparición de Yésica Cuevas, una mujer de 42 años supuestamente embarazada de trillizos, tomó un giro desconcertante en las últimas horas, con revelaciones que plantean interrogantes sobre su paradero y el presunto embarazo.
Según datos recientes, se descubrieron búsquedas en el teléfono celular de Cuevas relacionadas con ecografías de embarazadas. Además, la tarjeta SUBE de la mujer registró actividad en los días posteriores a su desaparición. Fue vista por última vez al subir un colectivo.
Otra interrogante que se suma es que en el hospital Evita de Berazategui, donde se suponía que Cuevas tendría un parto programado, no tenía registrado ningún ingreso ni historial clínico a su nombre para el día en cuestión.
Margarita, la madre de Cuevas, reveló que el día de su desaparición, Yésica insistió en comprar medicamentos para su hija menor, Zoe, a pesar de que faltaban horas para su supuesto parto programado.
La pareja de Cuevas, Eduardo Javier Balmaceda, afirmó que ella esperaba trillizos, pero, al declarar ante la Justicia, admitió que nunca permitió que él ni nadie la acompañara durante sus estudios médicos. Balmaceda también señaló que ella le pedía esperar afuera y solo afirmaba que todo estaba bien al salir.
En ese hospital, la única entrada que registró Cuevas fue por una quemadura que sufrió en un brazo.
En cuanto a las evidencias médicas, un obstetra que la atendió a finales del año pasado aseguró que nunca pudo confirmar su embarazo y que Yésica tenía una insistencia inusual en que el profesional coloque en cualquier acta médica que ella estaba embarazada.
En la primera visita, la mujer le dijo que estaba embarazada y con pérdidas, por lo que el médico le pidió una ecografía, pero nunca se la hizo.
En el segundo encuentro, Cuevas fue por una supuesta infección urinaria y para ver el estado de su embarazo. Sin embargo, el especialista le recordó que si no traía la ecografía él no podía constatar el embarazo.
“Usted escriba que yo estoy embarazada, que eso me va a ayudar a mí con mi pareja”, le dijo ella al obstetra según declaró el hombre en sede judicial.
En octubre pasado, Cuevas denunció a Balmaceda por violencia de género y declaró estar embarazada, aunque solo de mellizos. La madre de Yésica entregó el celular de su hija a la Policía, donde se encontraron búsquedas relacionadas con ecografías de embarazadas.
Para la familia, la contextura física y la forma de su panza era la de una persona en un avanzado período de gestación.
Las cámaras de seguridad capturaron a una mujer físicamente similar a Cuevas subiendo a un colectivo de la línea 98, contradiciendo la versión de un parto inminente. La tarjeta SUBE de Yésica también registró movimientos en los días siguientes a su desaparición, aunque aún se debe confirmar si fue ella quien la utilizó.
