Un policía armado se atrincheró en una casa de Godoy Cruz junto a su expareja y otro hombre, lo que generó esta mañana una intensa negociación con el Grupo de Resolución de Incidentes y Suicidios (GRIS) y el Grupo Especial de Seguridad (GES). Tras una hora y media de operativo, finalmente las dos personas cautivas pudieron ser auxiliadas en buen estado de salud. Por su parte, el uniformado se entregó y quedó demorado, a disposición de la Justicia.
Según indicaron fuentes del caso, el episodio inició minutos después de las 11 del domingo, en una vivienda ubicada sobre calle Groussac al 1.525.
El efectivo, que se desempeña en la Unidad Motorizada de Acción Rápida (UMAR), se había encerrado con una mujer -quien sería su expareja- y otro hombre que estaba en el domicilio, poniendo en riesgo la vida de los tres.
La situación se habría producido tras una discusión del policía con la víctima femenina, a quien decidió mantener cautiva contra su voluntad. Además, el uniformado poseía bajo su poder el arma reglamentaria, lo que había elevado el grado de tensión dentro de la casa.
Ante este delicado panorama, personal del GRIS y GES se acercó de inmediato al domicilio para avanzar con la negociación con el colega de la UMAR atrincherado y asegurar así la vida de los implicados.
Tras una hora y media de operativo, los uniformados ingresaron a la casa, previo consentimiento del atrincherado, y salvaron a las dos personas cautivas. Ambas están en buen estado de salud, tras la revisión de los médicos del Servicio de Emergencia Coordinado (SEC).
Sin embargo, el diálogo del efectivo de la UMAR con el personal allí presente demandó unos minutos más. Aproximadamente a las 13.15, finalmente el hombre entregó el arma, se puso a disposición de la Oficina Fiscal 17 y fue contenido. En tanto se espera la declaración testimonial de las víctimas para arrojar más claridad sobre lo ocurrido.
El caso quedó en manos de Andrea Lazo, fiscal especial abocada en situaciones de crisis.