Un hombre que padece alcoholismo mató a un amigo que compartía con él unos tragos de vino. Después de cuatro meses de instrucción, la justicia interpretó que el hombre es inimputable , ya que no comprendía lo que estaba haciendo, por los efectos del alcohol.
Luis Heliberto Pinilla estaba acusado del delito de homicidio simple. El 11 de octubre del año pasado había matado de una puñalada a Mauro Héctor Giménez, un compañero de copas, a quien ejecutó en una vivienda del sector de Loma del Medio, en El Bolsón.
El hecho sucedió a las 15.30 de ese día cuando la víctima Mauro Héctor Giménez, Juan Carlos Cheuquehuala, Ricardo Quilodrán, "Colita" Mansilla y Luis Pinilla bebían con abundancia en la casa de es te último.
En un momento determinado, Pinilla tomó un cuchillo que se encontraba sobre la mesa, de 22 centímetros de largo y sin mediar palabra le asestó un puntazo a Giménez quien se encontraba sentado.
La cuchillada ingresó en el primer y segundo espacio intercostal, lesionando el pulmón izquierdo, lo que produjo un shock hipovolémico que derivó en el deceso inmediato.
No hubo mucho por investigar. Los hechos quedaron claros y Pinilla fue imputado por homicidio simple.
Sin embargo, después se logró establecer que Pinilla, quien fue sometido a una pericia por parte del Cuerpo de Investigaciones Forenses, padecía un cuadro de alcoholismo crónico. Incluso se estableció que, después de detenido y varias horas después del hecho, Pinilla aún tenía 2,73 gramos de alcohol por litro de sangre.
Un cálculo en retrospectiva, arrojó que al momento del hecho el acusado podría haber tenido una intoxicación de alrededor de 3,74 gramos de alcohol por litro de sangre, es decir, lo que se denomina ebriedad completa.
Por esto en la pericia se indicó que, al momento del hecho, Pinilla no tenía dominio de si mismo ni consciencia de sus actos.
Por este motivo, la fiscalía postuló su sobreseimiento, propuesta que a la que adhirió su defensa.
Pero la Fiscalía también propuso que Pinilla fuera internado en el área de Salud Mental del Hospital Zonal Ramón Carrillo, de Bariloche, por el término de tres meses y con custodia del personal Penitenciario, para seguir un tratamiento para el alcoholismo.