En una noche trágica en González Catán, partido de La Matanza, un joven de 16 años identificado como Thiago Galván, apodado “Titi” por amigos y conocidos, perdió la vida tras un intento de robo.
Mientras caminaba junto a un amigo y disfrutaban de una charla distendida y música, fueron interceptados por dos delincuentes a bordo de una moto. Según los informes, los atacantes intentaron robarle el celular, pero la situación se tornó mortal.
Thiago Galván recibió un disparo en el pecho y cayó en la vereda. Los asaltantes no lograron llevarse el celular y el joven resultó gravemente herido. Fue un vecino quien prestó los primeros auxilios y lo trasladó al hospital Simplemente Evita, donde murió.
La madre del joven, Miriam, está desconsolada por la pérdida de su hijo y clama por justicia. En una entrevista con Radio Mitre, Miriam insistió en que el robo ni siquiera llegó a concretarse: “Le dispararon por nada. Me mataron a mi hijo sin siquiera haberle sacado el celular. Yo pido justicia por mi Titi, justicia por Thiago”.
El trágico suceso ocurrió en la calle Piogana entre Gallardo y Totoral. El fiscal Claudio Fornaro, a cargo de la Unidad Fiscal de Homicidios de La Matanza, asumió la investigación y encomenzó tareas a la Comisaría 2° de González Catán.
Miriam, la madre del joven, suplicó por avances en la investigación: “Necesito que encuentren a los hijos de mil palabras que le quitaron la vida a mi hijo y me lo quitaron todo a mí, porque él era todo lo que tenía. Thiago era lo más, era ‘el Titi del barrio’, el ‘Titi de la gente’, como él decía” y agregó: “En la comisaría no te dicen nada. Te dicen que van a trabajar, que están trabajando, que van a ver si encuentran videos, pero yo no tengo nada”.
Thiago Galván era un estudiante de la Escuela Secundaria Nº 72 y, a pesar de su juventud, trabajaba como repartidor. Además, era un apasionado del fútbol, jugando en la categoría 2007 del club Racing de San Justo. Miriam lo recordó como un joven amable y carismático: “Me lo quitaron como a un perro por un celular. Mi hijo no tenía maldad. Era un buen hijo, un buen hermano. Todos lo querían. Él era una persona que brillaba, siempre con su sonrisa”.
En busca de justicia, los vecinos, amigos y familiares de Thiago cerraron el kilómetro 33 de la Ruta 3.