Marcela Acuña, una de las siete acusadas con prisión preventiva por el femicidio de Cecilia Strzyzowski, difundió una carta en la que calificó como una “comedia dantesca” a la investigación fiscal y apuntó a su hijo César Sena como principal sospechoso.
“¿Por qué si fue César (mi hijo) responsable nos incriminan a nosotros?”, preguntó Acuña (51), exsuegra de la víctima y acusada como coautora del “homicidio agravado por el concurso premeditado de dos o más personas” de Cecilia, en una carta difundida a los medios de comunicación.
En el escrito, la mujer aseguró que ella y su esposo están detenidos “siendo inocentes” en una causa “armada por el partido judicial y radicales”, informó Télam.
“No hay que confundir, una cosa es el hecho del femicidio de Cecilia, repudiable desde todo punto de vista, y otra cosa es el querer inculparnos desde una fiscalía que, sin pruebas, no solo encerrados, paseándonos como trofeos con esposas como delincuentes, sino que nos meten en una causa con una carátula que no se sostiene hacia nosotros con pruebas, solo con supuestos”, expresó.
La mujer señaló que el trabajo de dirigente social que realizó su esposo en la provincia de Chaco los hace “culpables, clan, mafiosos para la Justicia”.
“Somos inocentes, y aquellos que actúan con malicia que Dios los perdone, han generado mucho dolor, y eso todo Dios lo ve, no se usa el dolor ajeno para posicionarse en una sociedad que cree en los medios de comunicación”, dijo Acuña.
Por último, la acusada le dedicó un párrafo al fiscal principal de la causa, Jorge Cáceres Olivera: “Terminan de hacerme firmar la prisión preventiva, de seguro será un logro para el fiscal, que el primer día que me conoció me dijo ´no vas a hacer lo que vos querés´. Amenazante delante de policías antes que estalle esta comedia dantesca organizada por él y su grupo mafioso que quieren ver a Emerenciano derrotado, preso, y a torturar a una mujer como yo por haberse sentido desafiado”.
El caso de Cecilia Strzyzowski
Cecilia desapareció el 2 de junio último tras ingresar a la casa de la familia de su esposo y nunca más se supo de ella.
Para los pesquisas, la joven fue asesinada y su cuerpo quemado, triturado y esparcido en distintos lugares de Resistencia, entre ellos en un predio de la familia Sena, donde se hallaron pertenencias reconocidas por su madre y restos óseos humanos que hoy comenzarán a ser peritados por antropólogos forenses del Poder Judicial de Córdoba en esa provincia, con el fin de obtener rastros genéticos que permitan hacer cotejos para determinar si efectivamente pertenecen a Cecilia.