Lucas Esteban Fernando Maniglia (48) fue asesinado de un balazo en Mar del Plata, en medio de un robo. El hombre, que residía en Italia, se había quedado en Argentina por la pandemia de coronavirus.
El violento hecho ocurrió el domingo por la madrugada en el barrio Las Canteras, una zona semirrural ubicada en el límite sudoeste de Mar del Plata.
Fuentes policiales indicaron que “cinco individuos armados” que se movilizaban en una camioneta Renault Duster blanca ingresaron a la vivienda ubicada en calle Chacahuac al 6300, y golpearon a un joven que vivía en el domicilio.
Después de ingresar en la casa, los malvivientes robaron distintas pertenencias y un Peugeot 408 de la víctima, y en su fuga efectuaron disparos contra la vivienda lindera, de acuerdo con lo publicado por la agencia de noticias Télam.
Lucas, quien justo salió afuera para chequear qué pasaba en la casa vecina, murió a causa de al menos un disparo: sufrió una herida en el abdomen y pese a que fue trasladado de urgencia al Hospital Interzonal General de Agudos falleció en la ambulancia.
La investigación fue caratulada como “homicidio en ocasión de robo” y quedó a cargo del fiscal Leandro Arévalo, titular de la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) 7.
El hombre asesinado vivía hace 20 años en Milán, Italia. Allí trabajaba en la industria del grabado de metales con láser. También allí tuvo un hijo, Patricio, de 19 años. De acuerdo con lo publicado por el diario La Capital de Mar del Plata, Lucas estaba en la ciudad porque tenía planes de volver a instalarse en un futuro.
Amante del surf, había invertido sus ahorros el año pasado para comprar una casa en esta ciudad balnearia y poder estar más cerca de su familia y de sus amigos, quizá con los planes de instalarse definitivamente en el país en un futuro.
“Están tomando casas en la zona y tengo miedo de irme y que se me metan”, le comentó a una amiga cuatro días antes de su muerte, según citó el diario. Pese a que tenía chances de volar hacia Italia, había decidido esperar un poco más.