A casi un año del asesinato de Fernando Báez Sosa (18) en Villa Gesell, los ocho acusados del crimen continúan detenidos en el penal de Melchor Romero, aunque el encierro, en un año de visitas reducidas por la pandemia, comenzó a surtir efectos negativos en la salud de los jóvenes, justo en la previa de Navidad.
En la cárcel están Máximo Thomsen, de 20 años; Ciro Pertossi, de 19; Blas Cinalli, de 18; Enzo Comelli, de 19; Ayrton Viollaz, de 20; Luciano Pertossi, de 18; Matías Benicelli, de 20, y Lucas Pertossi, de 20. Todos están acusados de homicidio, agravado por alevosía y premeditación y lesiones. La única pena es prisión perpetua.
Los miembros de la “patota de Zárate” pasarán su primera Navidad en el penal. Pero pese al drástico cambio que han enfrentado en su cotidianidad, ninguno de los jóvenes realiza hoy terapia ni tampoco ha amenazado con atentar contra su vida. Simplemente esperan la fecha de juicio, que, a raíz de la pandemia, aún no tiene fecha.
Los 11 meses de confinamiento ha desmejorado la salud de los ocho muchachos. Según informaron fuentes penitenciarias a Crónica, los rugbiers “no están bien, pero tampoco están mal”. En el pasado quedaron sus fotografías de cuerpos bronceados y robustos: han perdido peso y están “mucho más delgados, sin tonalidad en la piel”.
Además, “algunos sufren alguna que otra infección estomacal como consecuencia del agua y el alimento que ingieren en el penal”, y “tienen las picaduras de unos bichitos típicos que hay en la unidad”. En la celda están distribuidos de a dos, por lo que el pequeño espacio apenas les permite hacer abdominales o dedicar tiempo a la lectura.
Un problema que todavía enfrentan son las amenazas constantes contra su integridad. Si bien los jóvenes mantienen bajo perfil y buena conducta, “está latente la posibilidad de que alguien los agreda”, por lo que “tienen resguardo físico”.
La salida al patio es el único “plan” que tienen, y lo “hacen solos”, es decir, que no se cruzan con los demás reclusos. Esto permite que tampoco puedan formar parte de ninguna de las actividades que organiza la institución.
El crimen de Fernándo Báez Sosa, aún sin resolverse
Fernando fue atacado a trompadas y golpes en la madrugada del 18 de enero, afuera del boliche Le Brique en Gesell. Aquel feroz ataque quedó filmado por cámaras de seguridad y teléfonos celulares. También, el caso tuvo repercusión en el ambiente del rugby, que este año ha enfrentado cuestionamientos, incluyendo a Los Pumas por su fallido homenaje a Diego Maradona y los mensajes racistas y violentos.
Al principio, hubo diez chicos detenidos. Dos de ellos quedaron sobreseídos y están en sus casas: Juan Pedro Guarino y Alejo Milanesi, ambos ya en sus casas hace meses. El resto de la patota quedó tras las rejas desde entonces.
Debido a la pandemia, el juicio oral contra los rugbiers se ha demorado por meses. La intención de la defensa, a cargo del abogado Hugo Tomei, es solicitar que el debate sea por jurados, tal como contempla la legislación bonaerense para los delitos graves, con penas en expectativa mayores a los 15 años de prisión, como en este caso.