Este viernes, la Policía de la Ciudad de Buenos Aires logró desarticular una banda criminal de gitanos dedicada a estafar a jubilados mediante llamadas telefónicas, utilizando la modalidad conocida como el “cuento del tío”. Los estafadores se hacían pasar por familiares, generalmente nietos, para engañar a personas mayores y convencerlas de que les entregaran sus ahorros.
La estrategia era realizar el contacto telefónico en horas de la madrugada de forma de aprovecharse de ellos: “De esta manera, los delincuentes se hacían de grandes sumas de dinero en efectivo, principalmente en moneda extranjera”, se informó.
El operativo policial fue registrado en video y difundido por las autoridades. El trabajo culminó con la detención de cinco personas (tres hombres y dos mujeres), entre ellos el cabecilla, al ser identificados e imputados por el delito de estafa.
“Todas las llamadas eran realizadas por supuestos ‘nietos’ a personas mayores alertándolos sobre situaciones que no eran tales. Se determinó, durante la investigación, que a muchos ancianos les decían que debían retirar el dinero porque se venía un embargo de los ahorros de los argentinos por parte del Presidente”, detalló la Policía a Noticias Argentinas.
La causa que permitió la caída de esta organización criminal se originó el mes pasado en Junín, donde se comenzó a investigar una serie de estafas que, según se determinó, tenían su origen en la Ciudad de Buenos Aires.
Tras semanas de investigación, se realizaron cuatro allanamientos que llevaron a la localización de uno de los centros operativos de la banda. Era un departamento que funcionaba como un call center equipado con teléfonos analógicos, computadoras y otros dispositivos utilizados para cometer los delitos.
En el momento del operativo, los sospechosos fueron sorprendidos en plena actividad delictiva. Además, se incautaron 21 teléfonos celulares (11 de ellos analógicos y 10 smartphones), dos juegos de llaves, documentación relevante para la causa, seis pendrives, 15 chips de teléfono y tres notebooks, todos elementos clave que la banda utilizaba para planificar y ejecutar las estafas.
Las investigaciones revelaron que los delincuentes “obtenían información personal de las víctimas a través de programas con datos ciudadanos”, los cuales almacenaban en dispositivos electrónicos para luego utilizarlos en sus fraudes.