Javier Maximiliano Acosta (22) fue asaltado la madrugada del 11 de marzo mientras se dirigía hacia su trabajo en Luis Guillón. Los ladrones se llevaron su moto Honda Wave y su billetera.
Momentos después, una familia en Burzaco también sufrió el robo de su moto Honda Tornado, donde los asaltantes dejaron la billetera de Acosta. Según la familia del joven, serían los mismos ladrones, en un raid delictivo.
Tras el hecho, Javier denunció el robo de su moto y poco tiempo después la Policía llegó a su casa en Tristán Suárez, Ezeiza. Sin embargo, los efectivos habían ido a su casa para hacer un allanamiento. Javier estaba implicado en un robo con arma de fuego.
“No. A mí me robaron. La víctima soy yo. Yo hice la denuncia”, le dijo a los oficiales. La Policía le informó que una familia había sido asaltada y denunciaron que durante el robo a uno de los asaltantes se le cayó una billetera que era la suya.
Frente a esto, Javier fue detenido y quedó alojado en la Alcaldía de Almirante Brown, procesado por “robo agravado por cometerse en poblado y en banda y con arma de fuego”. Los policías habían ido a su casa en busca de la Honda Tornado, pero no encontraron nada.
“Presentamos testigos, solicitamos imágenes de cámaras de seguridad, recorrimos los lugares de los dos robos para ver si hay cámaras. Ya no sabemos qué más hacer para comprobar que ‘Maxi’ es inocente”, cuentan sus familiares.
“Hasta los policías se dan cuenta de que no es delincuente. Lo vamos a visitar y nos dicen ‘Ah, son la familia del pibe que se está comiendo un garrón’. El problema es que las víctimas están convencidas de que Javier era uno de los cuatro ladrones”, dijeron Marcelo, su papá, y Marianela, su hermana a Clarín.
Javier fue víctima de un violento asalto por parte de seis delincuentes que se desplazaban en tres motocicletas. Durante el ataque, recibió golpes y agresiones físicas, pero logró ser socorrido por un vecino valiente que intervino para detener la agresión. La esposa del vecino también presenció el hecho y declaró que observó cómo cuatro de los agresores se alejaron juntos en dos motos, mientras que los otros dos huyeron en direcciones opuestas, uno de ellos conduciendo la moto que pertenecía a Javier.
Acosta hizo la denuncia vía Mail porque en la comisaría se les había cortado la luz y según cuenta su hermana: “En la denuncia la mujer solo declaró el robo de la moto”.
Las víctimas del secuestro por el cual Javier está detenido declararon que fueron encerrados por cuatro ladrones que se movían en dos motos y bajo amenazas de arma de fuego les robaron una Honda Tornado. Quien se la llevó tenía la billetera de Acosta y cuando se subió a la moto se le cayó.
Su familia comenzó su propia investigación. Recibieron detalles de Javier por cartas porque no tenía acceso a teléfonos, tomaron nota de los dos hechos y entregaron la información al abogado particular que contrataron para que lo presente en la fiscalía.
Hace 19 días entregaron imágenes donde “Javier camina con dificultades; está rengo, minutos después de sufrir el robo, camino a la comisaría” y al no tener novedades de la fiscalía decidieron hacer público el caso. “Creemos que nos podemos estar exponiendo. No sabemos quién está metido en este asunto. Pero no nos importa porque Javier sigue preso”.