Este viernes detuvieron en la localidad de Berazategui, en la provincia de Buenos Aires , a una joven de 22 años y su pareja como acusados principales por el crimen del hijo de un año y tres meses de ella. El bebé falleció en un hospital luego de una supuesta caída en su vivienda pero que según reveló la autopsia, tenía diversas lesiones en el cuerpo compatibles con golpes, informaron hoy fuentes judiciales y policiales.
Los acusados fueron identificados como Agustina Milagro Álvarez y Gustavo Ezequiel Cáseres, ambos de 22 años, y fueron capturados ayer a la tarde luego de un allanamiento ordenado por el juez de Garantías 7 de Berazategui, Alejandro Mora, y realizado en la vivienda en la que convivían, ubicada en calle 111 al 200 de esa jurisdicción.
Voceros judiciales y policiales informaron, al medio de comunicación Télam, que Álvarez se encuentra imputada del delito de “homicidio calificado por el vínculo y alevosía”, en perjuicio de su hijo Natanael, y Cáseres por “homicidio calificado por alevosía”.
Ambos fueron indagados esta tarde por el fiscal Christian Granados, a cargo de la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) 2 descentralizada de Berazategui, y se negaron a declarar.
La investigación del hecho había comenzado el pasado 19 de enero, cuando a la mañana la joven llevó a su hijo al hospital de Alta Complejidad El Cruce de la localidad vecina de Florencio Varela, luego de que supuestamente se haya caído de la cama de su casa.
El bebé ya estaba en paro, y luego de que los profesionales de salud realizaran maniobras de resucitación por el lapso de una hora, determinaron que había fallecido.
Posteriormente, la madre de la víctima debió realizar la denuncia del hecho en una comisaria para que le pudieron entregar el cuerpo de su hijo, tras lo cual se dio aviso al fiscal Granados, bajo la sospecha de que se estuviera en presencia de un crimen.
De inmediato, el funcionario judicial dispuso una serie de medidas, entre ellas el relevamiento de testimonios de vecinos de la pareja y la presencia de la Policía Científica en el domicilio.
Posteriormente, el fiscal recibió el informe preliminar de la autopsia en el cual, entre otras cosas, se determinó que el bebé tenía varias costillas fracturadas, hundimiento de tórax y el hígado estallado, como consecuencia de haber sufrido golpes.
Por este motivo, Granados pidió al juez Mora la detención de ambos y el allanamiento a la propiedad donde presuntamente el bebé se había caído.
Tras el allanamiento, personal de la Policía Científica y de un grupo especializado trabajaron con el reactivo luminol en búsqueda de manchas hemáticas que hayan sido lavadas o de material genético.
Fuentes judiciales informaron que los especialistas levantaron muestras de la propiedad y ahora deberá confirmarse mediante pericias si se trata de sangre y su origen.