En la noche de este martes fue liberado el joven de 20 años que, accidentalmente, mató a su hermano menor de un balazo en Guaymallén. El autor del hecho fue imputado por un delito excarcelable, aunque podría agregarse una acusación más sobre él.
La trágica historia se registró en los primeros minutos del lunes, en Corralitos. Facundo Herrera (16) había llegado de visita hasta la casa de su hermano, en el barrio San Vicente II.
En un momento, el mayor de estos chicos manipuló una carabina calibre 22 y la apoyó sobre un mueble. Imprevistamente el arma se accionó y le dio en la frente a Facundo, quien se encontraba cargando su teléfono celular.
La víctima quedó tendida en el piso, mientras el agresor se dirigió hasta lo de un vecino para pedir auxilio. En un auto particular llevaron al herido hasta el microhospital de Puente de Hierro, desde donde lo derivaron al Central por la gravedad de la lesión.
Específicamente tenía una herida de arma de fuego con orificio de entrada y sin salida en la región frontal de la cabeza. Herrera agonizó varias horas, hasta que este martes en la mañana falleció.
Tomó intervención la fiscalía de Homicidios, que ya en la madrugada del lunes había aprehendido al autor. Sin embargo, las pericias y la declaración de la novia del detenido-testigo presencial-, llevaron la hipótesis de lo sucedido a un episodio accidental. Lo único que generó sospechas fue que la carabina fue encontrada por la Policía en un contenedor de basura, como si alguien la hubiera escondido.
Finalmente, el muchacho fue imputado por homicidio culposo-actuó con negligencia o imprudencia-y le concedieron la libertad, teniendo en cuenta que se trata de un delito con penas de 1 a 5 años. De todas maneras, al acusado le pueden ampliar la calificación si se comprueba una tenencia ilegal del arma. El caso está en manos del fiscal Gustavo Pirrello, que espera los informes acerca de la carabina y su origen.