En los primeros días de investigación se encuentra la causa que busca esclarecer cómo murió un hombre en Rivadavia, presuntamente atacado por su ex yerno. Al sospechoso lo imputaron y quedó libre.
Carlos Marinozzi (54) falleció en la noche del jueves pasado en el hospital Saporitti. Al nosocomio había llegado por una herida en la ceja izquierda, tras protagonizar una pelea. La lesión no parecía grave e incluso estaba consciente y contó lo sucedido, sin embargo, el señor se descompensó y murió.
Según sus dos hijos, minutos antes los tres protagonizaron una riña con Eduardo Gómez (33), su hermano y su novia, en una propiedad de calle Lamadrid al 700.
Es que la hija del fallecido fue pareja de Gómez y el jueves fue a verlo a su trabajo por cuestiones vinculadas a la manutención. Allí se encontró con que él estaba con la otra mujer.
Esta situación caldeó los ánimos, por lo que al lugar fueron arribando más personas de ambas familias y empezaron a pelearse, resultando todos con alguna lesión. Marinozzi recibió un golpe en la cabeza y se retiró al hospital con sus parientes, donde finalmente murió. Mientras lo atendían, su hija también era asistida por un pico de presión.
Gómez fue detenido por el hecho y la fiscal Valeria Bottini lo imputó por homicidio en riña, figura que se aplica cuando en una pelea participan varias personas y no se identifica puntualmente al autor de la agresión fatal; esta calificación resulta excarcelable por el monto de sus penas -2 a 6 años de prisión-.
El acusado no tiene antecedentes y eso lo benefició para quedar libre, más allá de que tendrá que permanecer al menos 10 días aislado en su casa, ya que fue contacto estrecho de policías que luego resultaron contagiados de coronavirus.
En la continuidad de la investigación, se espera el informe completo de la autopsia de Marinozzi para saber si el deceso fue por el golpe que le dieron o por un infarto que puede haber sufrido. En caso de que se confirme la segunda hipótesis, el sospechoso hasta podría ser desvinculado de la causa.
En cambio, si la víctima perdió la vida por la lesión en la cabeza, se abre un abanico de posibilidades para el imputado: que se mantenga la actual acusación de homicidio en riña; homicidio simple (con condenas de 8 a 25 años); legítima defensa (no prevé penas); exceso de legítima defensa (1 a 5 años); o hasta un homicidio transversal, que tiene sentencia única de perpetua y se usa cuando se mata a alguien para causarle un daño a la persona con la que se ha mantenido una relación de pareja.