A días de que se vencieran los plazos para dictar la prisión preventiva, la fiscal Mariana Cahiza ordenó la libertad de los tres imputados por la enigmática desaparición y muerte de Tránsito Donoso (80), ocurrida entre el 20 y 30 de diciembre pasado en La Paz.
La fiscal notificó la novedad ayer al abogado Pablo Cazabán, defensor de Luis Fernando Sánchez y su hijo homónimo. Lo mismo hizo con el abogado del tercer imputado, Sebastián Barceló. Y hoy serán notificados oficialmente los imputados.
Según Cahiza, en un primer momento había elementos de sospecha que la llevaron a imputarlos. Pero con el avance de la investigación no han surgido nuevas pruebas para sostener una prisión preventiva y, por lo tanto, deben recuperar la libertad bajo una caución juratoria.
Esta libertad no significa por ahora un sobreseimiento, algo que podría producirse próximamente, en caso de que la investigación contra los imputados siga sin prosperar o bien si la fiscal apunta la investigación hacia otras personas que aparecen nombradas en el expediente.
En rigor, la acusación contra los Sánchez y Barceló nunca tuvo demasiados elementos en su contra. Inicialmente la hipótesis fue que los tres habían tenido una discusión con Donoso y lo habrían asesinado y luego ocultado el cuerpo. Para apuntalarla, la fiscal se valió de un testigo que afirmó haber visto a Tránsito antes de desaparecer y haber tenido una conversación en la que el anciano se mostró alterado al decirle que iba a ir a recuperar el campo de su padre.
El terreno en cuestión es el de los Sánchez, quienes lo compraron en 1972 a los herederos de Eufrasio Sosa, antiguo propietario de las tierras y padre adoptivo de Tránsito. En ese campo fue justamente donde apareció el caballo que montó el anciano la última vez que se lo vio con vida.
En contrapartida, fueron los mismos Sánchez los que, a través de un veterinario, lograron establecer que era el caballo de Tránsito, luego de que se analizara la marca del equino. Esa fue la primera punta para pensar que el anciano había desaparecido y, paradójicamente, fue aportada por los que luego resultaron imputados.
La gran incógnita del caso es: ¿por qué apareció el animal en el campo de los Sánchez?
La primera señal de que la investigación no prosperaba la dio el juez Darío Dal Dosso el 20 de enero, al darle la domiciliaria a Luis Fernando Sánchez (hijo) y a Sebastián Barceló ante la falta de pruebas. Días antes, Luis Fernando Sánchez (padre) ya había recibido este beneficio por cuestiones de salud.
Diez días después el Laboratorio de Genética Forense del Poder Judicial de Mendoza determinó que unas muestras tomadas de una camioneta, una lona y un nylon, que pertenecen a los sospechosos, dieron resultado negativo. Esas muestras se compararon con ADN de Donoso y el análisis no pudo establecer una concordancia ya que la calidad de las muestras ni siquiera sirvió para saber si eran humanas.
Así las cosas, la causa se encuentra actualmente en “foja cero” en lo que hace a los imputados. Habrá que ver si en los próximos días la investigación toma un nuevo rumbo que permita esclarecer la desaparición y muerte de Tránsito Donoso, cuyo cuerpo no ha sido encontrado todavía.