Como de costumbre, un hombre de 54 años asistió al cementerio de La Piedad, en Misiones, para llevarle flores a su bebé fallecido en 2003. Sin embargo, se llevó una horrible sorpresa: la tumba había sido profanada y los restos del pequeño ya no estaban más.
El triste episodio ocurrió el lunes pasado, cuando Rogelio Antonio Ríos (54) fue a honrar la memoria de su hijo. “Cuando llegué al cementerio, los encargados decían que la tumba estaba al lado, que no habían tocado la de mi hijo. Desde el 2003 que voy a poner una vela y rezarle a mi hijo, cómo no voy a saber cuál es su lápida si la armamos nosotros”, denunció.
“Ninguna explicación era creíble. Es más, excavaron al lado donde decían y no hallaron nada, ni cajón, ni ropa, restos del cuerpo, nada. Ellos sacaron y tiraron al angelito en algún lado”, agregó el hombre, todavía consternado. “No sé ahora dónde vamos a ir a rezarle a nuestro hijo”, expresó.
Según el medio local Primera Edición, la reacción del juez de Instrucción de turno, Juan Manuel Monte, fue inmediata. Ordenó a los peritos de las direcciones de Policía Científica y Criminalística realizar los primeros relevamientos en la fosa y en los alrededores para esclarecer el hecho.
“Espero que no haya sido un show montado ese procedimiento. Ya escuché casos de otras familias que perdieron los restos de sus seres queridos porque los exhuman de esta manera. A nosotros no nos avisaron que iban a excavar. Y ocurrió en septiembre, según me dijeron el lunes. El dolor que uno transita es fuerte, no se puede tomar con liviandad", dijo Rogelio.
“No teníamos ninguna deuda con el cementerio y, además, los cuerpos de angelitos no se exhuman por falta de pago”, aclaró.
La víctima también contó que las autoridades del cementerio nunca le pidieron disculpas y que ni siquiera reconocieron el error, sin asumir la responsabilidad.
“Lo único claro es que hicieron un hueco nuevo y más profundo y tiraron a mi hijito, para dejar lugar para enterrar a otro cuerpo”, manifestó el papá.