La Justicia de Santa Cruz investiga un caso sin precedentes en esa provincia: tres hermanitos de 14, 13 y 10 años que eran torturados de manera salvaje por su padre y su madrastra. Mordidas, golpes y amenazas de abuso sexual. Lo que estos menores debieron atravesar en sus cortas vidas conmocionó incluso a los especialistas del Poder Judicial que intervinieron.
Los acusados son David Edgard Fernández (33), papá de los tres menores, y Roxana Vega (33), la pareja del hombre y madrastra de las víctimas.
Según lo informado por el medio local La Opinión Austral, el caso de maltrato infantil salió a la luz en noviembre pasado, cuando dos de los chiquitos rompieron accidentalmente la tablet de Vega. “Ahora nos mata, ¡vámonos de acá!”, le dijo el mayor a su hermano. Entonces lo tomó de la mano y huyó por la ventana de la casa, ubicada en Río Gallegos, con destino directo a una comisaría para contar su calvario.
De inmediato, Jorge Godoy, a cargo de la Defensoría de Niños, Niñas y Adolescentes, en conjunto con la Secretaría de Niñez del Municipio, tomó cartas en el asunto y no se permitió que las víctimas regresaran a su hogar.
El padre de los niños -desempleado y viviendo de “changas”- fue detenido por la División de Investigaciones de la Policía. A la madrastra la demoraron en la represa Néstor Kirchner, donde trabaja. Fueron imputados por lesiones graves y amenazas agravadas por el vínculo.
En tanto, ahora los hermanitos están al cuidado de una tía materna.
Los aberrantes maltratos que sufrían los tres hermanitos de Santa Cruz
La madrastra no solo golpeaba a los chicos por todo el cuerpo con las manos, un cinturón y a veces un caño de metal, sino que los sometía a largas torturas.
“Los mordía en la cabeza, boca y orejas”, contó una de las fuentes del caso. Al niño de 10 le deformó una de sus orejas y también le torció su mano izquierda.
Además, la mujer mantenía a los menores encerrados en una pequeña habitación, en donde solo les dejaba ver un canal de televisión y no tolerara que gritaran ni hicieran ruidos. Los tenía como sus “sirvientes”, haciendo que limpiaran, le cocinaran y le sirvieran la comida en la cama.
Todo con la amenaza de no solo golpearlos, sino de atentar contra su integridad sexual con un palo.
“El más pequeño por el terror se hace caca encima”, añadió una fuente. En una oportunidad, la mujer le hizo ingerir su propia materia fecal. Y a su pequeña hermana la obligó a comerse la comida junto a su propio vómito.
“Estos chicos no iban a la escuela en pandemia. Generalmente, los docentes son los primeros en detectar las cuestiones de maltrato. Estos chicos escaparon al ojo docente. Son chicos que tenían mucho pánico a contar algo, nunca el sistema pudo alcanzarlos”, resaltó Jorge Godoy, titular de la la Defensoría de Niños, Niñas y Adolescentes.
“Lo más importante es que los chicos están resguardados, están felices con su tía. Una tía materna que, la verdad, con mucha valentía se hizo cargo de los tres hermanitos y ellos están muy bien. Su estado de salud está siendo evaluado en general, distintos profesionales médicos los están viendo para ver cómo están y determinar posibles secuelas del maltrato que han recibido”, detalló.
¿Dónde denunciar maltrato infantil?
LÍNEA 102. Es un servicio gratuito y confidencial, de atención especializada sobre los derechos de niñas, niños y adolescentes. Podés llamar ante una situación de amenaza o vulneración de derechos o si necesitás asesoramiento.