El caso del nene de 3 años contagiado de sífilis que puso en vilo a Mendoza todavía mantiene la causa abierta para intentar develar cómo el pequeño y su hermana de un año y medio contrajeron la enfermedad considerada de transmisión sexual. El padre de las criaturas fue liberado por la fiscalía de Delitos Contra la Integridad Sexual, sin embargo, esperan las pericias psicológicas y psiquiátricas para tomar una decisión. Mientras, los niños continúan aislados de sus padres y de cualquier familiar.
Los pequeños fueron dados de alta y están en un hogar bajo el cuidado de los Equipos Técnicos Interdisciplinarios (ETI).
Ya pasaron 17 días de aquel lunes cuando una madre asustada llegó a la guardia del hospital Notti pidiendo ayuda porque su hijo de 3 años presentaba lesiones en el ano. El centro asistencial activó el protocolo y la Justicia inició una causa por presunto abuso sexual que durante dos semanas ha tenido diversos giros.
Tras desvincular de la investigación al vecino señalado por la madre del menor, la fiscal María de las Mercedes Moya apuntó la pesquisa hacia el entorno familiar que vive en un barrio humilde de Las Heras y con análisis de laboratorio, los sabuesos descubrieron que el padre, la madre y sus dos hijos estaban contagiados de sífilis, lo que alimentó aún más la hipótesis de abuso sexual.
Días más tarde, el padre de ambos menores quedó en libertad pero sujeto a investigación. Esto se debió a que las pericias realizadas por el Cuerpo Médico Forense no pudieron determinar que las lesiones que presentaban los niños en la zona perineal eran compatibles con vejaciones.
Sin embargo, ahora la fiscalía de Delitos contra la Integridad Sexual espera los resultados de nuevas pericias psiquiátricas a los padres de los menores que ayuden a develar cómo se contagiaron, porque todavía no se puede comprobar si existieron episodios de abuso, según informaron fuentes judiciales a Los Andes.
Protegidos en un hogar
El nene y su hermanita bebé recibieron el alta médica, luego de pasar algunos días en el hospital pediátrico de Guaymallén bajo observación. Ambos se encuentran juntos en un hogar bajo los cuidados de los profesionales de los ETI. Según informaron a este diario desde el Ministerio de Salud, los pequeños se encuentran en buen estado de salud.
Mientras avance la causa de la fiscal Moya, los padres de los menores tienen prohibido el acercamiento a los niños. “Él por presunto abusador y ella por ser sospechosa de encubrir información relevante a la causa”, indicó una fuente oficial.
Los menores deberán permanecer aislados de cualquier familiar ya que “no son confiables” y todavía no está claro cómo contrajeron sífilis. A pesar de que existe la posibilidad de que se hayan enfermado por falta de conocimiento o higiene por parte de los padres, revelaron que ambos se mantienen herméticos y no han buscado colaborar, lo que abre otra hipótesis: si cubren un posible abuso por parte de otras personas.
