La mujer policía acusada de matar a su colega en El Sauce utilizó el arma de la víctima

La imputada Claudia Pérez entregó el revólver homicida que hoy fue periciado con resultado positivo.

La mujer policía acusada de matar a su colega en El Sauce utilizó el arma de la víctima
Nidia Angulo era oficial de policía y fue asesinada de un tiro en la cabeza en una subcomisaría de El Sauce, en Guaymallén.

La situación procesal de la mujer policía acusada de haber asesinado la novia a la novia de su ex, la también uniformada Nidia Angulo (30), ha quedado muy comprometida luego de que la fiscalía de Homicidios estableciera que la bala que mató a Angulo salió de la pistola 9 milímetros que esta última usaba para trabajar.

Esta mañana se conocieron los resultados de la pericia balística en la que se determinó que la vaina servida encontrada en la escena del crimen fue disparada con el arma de Angulo que Claudia Pérez -imputada por homicidio agravado por ser el uso de arma y por alevosía, delito que tiene como pena la prisión perpetua- habría utilizado luego de quitársela mientras dormía.

Fue justamente el acto de la imputación –realizada por el fiscal de Homicidios Gustavo Pirrello- el elemento que desencadenó que Pérez decidiera entregar la pistola reglamentaria de la víctima.

Claudia Pérez , la policía detenida.
Claudia Pérez , la policía detenida.

Es que la detenida, tras ser imputada, recibió la visita de sus familiares, quienes el domingo pasado llamaron al 911 para entregar la pistola 9 milímetros que hasta ese momento no había sido encontrada. Es más, se dudaba si Pérez había utilizado su arma o bien la de Angulo, para llevar adelante el ataque en la subcomisaría de El Sauce.

Según explicaron fuentes policiales, a la imputada, tras una serie de denuncias cruzadas, el Ministerio de Seguridad le había retenido el arma. Luego de pasar algunas pruebas psicológicas con los especialistas de Sanidad Policial, la pistola le fue devuelta en enero pasado, tal como lo establece el protocolo.

Además del arma homicida, son varias las pruebas contra Pérez que se encuentran en el expediente judicial: un barrido electrónico positivo que dio positivo y por el cual se determinó científicamente que la uniformada disparó un arma de fuego algunas horas antes al homicidio.

También están documentadas las amenazas que la mujer le hizo a su ex pareja, el policía Juan Pablo Romera: “La vas a volver a ver en un cajón”, le dijo Pérez al enviarle un mensaje por WhatsApp, 10 o 12 horas antes del disparo fatal.

Según explicaron fuentes policiales, a la imputada, tras una serie de denuncias cruzadas, se le había retenido el arma. Luego de pasar algunas pruebas psicológicas con los especialistas de Sanidad Policial, el arma le fue devuelta en enero pasado, tal como lo establece el protocolo.

El caso

El viernes pasado a las 7.30 la auxiliar Nidia Angulo fue encontrada sin vida en la subcomisaría de El Sauce, donde prestaba servicios.

Lo que originalmente se pensó como un suicidio cambió minutos después a homicidio al descubrirse que le habían dado un tiro en la cabeza.

Por esa razón quedaron demorados en primera instancia tres personas del círculo íntimo: el novio de la víctima y su ex pareja, ambos oficiales de la Policía de Mendoza, y también el padre de los hijos de la mujer asesinada, de quien estaba separado, según informaron fuentes policiales y judiciales.

Sin embargo, el mismo viernes la tarde, el fiscal Pirrello, ordenó liberar a los dos hombres y sólo quedó bajo custodia policial Claudia Pérez, una oficial que es la ex novia de quien era pareja de Nidia Angulo.

La víctima fue encontrada por dos compañeros que regresaron de un procedimiento, la vieron recostada y pensaron que estaba descansando, pero luego se dieron cuenta que tenía una herida en la cabeza, por lo que la trasladaron hasta el hospital de la zona. Allí, los médicos que la revisaron constataron la muerte.

Los investigadores indicaron que Angulo se hallaba en una de las oficinas de la seccional, que funciona como lugar de descanso y que tiene cuchetas, recostada sobre una de ellas con un disparo en la cabeza.

Una vez informadas las autoridades y que se le diera intervención a la Justicia, el fiscal Pirrello, llegó hasta la seccional y preservó el lugar, ya que si bien en un principio se pensó en un posible suicidio, en la habitación no fue hallado su arma reglamentaria ni su teléfono celular.

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