Por tres delitos podría ser imputado el “paciente 98”, tras ser dado de alta y ser uno de los contagiados de Coronavirus que obligó a activar un investigación epidemiológica que tuvo como disparador una fiesta clandestina donde habría existido consumo y venta de drogas.
El principio, el paciente 98, conocido también como “El gordo Maxi” en un grupo de WhatsApp llamado “Los infectados”, enfrenta desde que fuera denunciado por el Ministerio de Salud, una imputación por haber roto la cuarentena, al participar una fiesta que no estaba permitida porque participaron unas personas.
Si bien las denominadas popularmente como “fiestas clandestinas”*, no son un delito en sí mismo, su participación implica el rompimiento de los decretos provinciales por el coronavirus. Es decir que sería imputado por el artículo 205 de código penal. El mismo establece que “será reprimido con prisión de seis meses a dos años el que violare las medidas adoptadas por las autoridades competentes, para impedir la introducción o propagación de una epidemia”.
Por otra parte, el jueves pasado policías de Narcocriminalidad le acercó al fiscal federal Fernando Alcaraz algunos indicios sobre la relación del Gordo Maxi con estupefacientes. El fiscal solicitó al juez Federal Walter Bento una orden para que se allanara la vivienda del Gordo Maxi.
Drogas y armas
El resultado fue el decomiso de 9 envoltorios que contenían en total 14,7 gramos de cocaína y 2 envoltorios que contenían 2,8 gramos de marihuana. Además se secuestró un revólver calibre .32 y 20 municiones de calibre 32., 38 y .22, conjuntamente con dos balanzas de precisión y dinero en efectivo.
Con este panorama la justicia provincial abrió otro expediente contra el paciente de coronavirus por tenencia de armas. “Por ahora no está imputado en ninguna de las dos causas. Se trata de una investigación conjunta entre la justicia Federal y la Provincial. Las pruebas están en poder de la Federal y cuando pasé al ámbito local, se procederá a las imputaciones que pudieran corresponder”, explicaron desde la justicia ordinaria.
En concreto el Ministerio Público Fiscal de Mendoza espera tener en su poder el arma y también el contenido del teléfono que la Justicia Federal le secuestró al sospechoso en el hospital Español, el viernes pasado.
Por último, habrá que cual es la imputación que proponga el fiscal Alcaraz, ya sea por tenencia de estupefacientes o venta. Es que el secuestro de dos balanzas podría apuntar a una posible venta y el contenido del teléfono podría también aportar pruebas para este último delito que, claro, es más grave.
Según trascendió, esta mañana, el paciente 98, luego de obtener el alta estaría en su casa del barrio González Galiño, de Luzuriaga, Maipú. En la puerta tendría una custodia policial.