A 11 meses de la trágica muerte de Carlos Amieva (53), el reconocido entrenador de Vóley y Beach Vóley de Tunuyán que murió tras varios días de agonizar en terapia intensiva luego de ser golpeado en medio de una pelea callejera, la Justicia confirmó las imputaciones para los acusados del crimen. Matías Sicre (24) será juzgado por homicidio simple, mientras que su tío Diego Sicre (42) quedó imputado por lesiones, delito que no requiere de prisión.
El Tribunal Penal Colegiado rechazó esta semana la apelación que había elevado la defensa de los sospechosos por la muerte de Amieva en enero pasado y ordenó elevar a juicio la causa como lo había pedido el fiscal del Valle de Uco Jorge Quiroga.
Fue entonces que el juez Ariel Spektor confirmó que Matías Sicre fuera imputado por homicidio simple con dolo eventual, delito por el cual podría enfrentar hasta 25 años de cárcel. Empero, en el caso del mayor de los sospechosos, la Justicia le otorgó la libertad aunque deberá ser juzgado por lesiones dolosas y daño simple.
A pesar de lo que alegaba la defensa de los Sicre, la Justicia consideró que la muerte de Amieva se produjo a partir del golpe que recibió en el cráneo debido a que Matías Sicre lo empujó. El entrenador permaneció casi una semana en coma con muerte cerebral a causa de que cuando cayó al pavimento sufrió fractura de cráneo con póstuma muerte cerebral.
Hasta el día que comience el juicio, el más complicado de los imputados continuará con prisión domiciliaria, beneficio que le otorgó la Justicia provincial en mayo pasado y que no fue removido. No obstante, Diego Sicre, quien también había quedado apresado bajo el mismo modo, en la última audiencia las pruebas presentadas por su abogado defensor alcanzaron para convencer a los magistrados de que recuperara la libertad.
A sólo 15 días de que comenzara el 2022, Carlos Amieva paseaba con su novia por la calle Irigoyen de Tunuyán, en una noche de verano en la que parecía reinar la calma. Sin embargo, la baja velocidad con la que manejaba su pareja fue motivo de enojo para los Sicre, quienes se bajaron de una Toyota Hilux y comenzaron una discusión que conllevó a un forcejeo y terminó en un empujón letal.
Tras caer, Amieva quedó tendido en el suelo inconsciente y con el correr de las horas su cuadro empeoró, por lo que desde el centro asistencial de Tunuyán debieron trasladarlo al hospital El Carmen, donde finalmente murió en la madrugada del jueves 20 de enero a causa de un “traumatismo craneoencefálico grave”.
