En apenas 24 horas el caso de los hermanos Álvarez, quienes estuvieron desaparecidos casi tres semanas y fueron encontrados muertos, avanzó de manera vertiginosa. Hasta el domingo había pocos rastros de ellos, hasta que durante la tarde hallaron sus cuerpos. Ayer los identificaron oficialmente, la Policía detuvo a cuatro sospechosos y la fiscalía tendría la hipótesis de una deuda económica como posible móvil del doble crimen.
En orden cronológico, la investigación se reactivó el domingo en la tarde con el llamado al 911 de una mujer que en inmediaciones de calle Los Pinos, en Rodeo del Medio, aseguró haberse topado con un cadáver en el interior de un desagüe. Los efectivos que llegaron al lugar confirmaron sus dichos y ampliaron en cuanto a que había una segunda persona muerta.
Se trataba de dos hombres cuyos restos estaban muy deteriorados y a los que todavía se les notaban las prendas de vestir. Por sus características físicas, la zona donde estaban y la averiguación paradero denunciada, rápidamente se creyó que los fallecidos eran Franco (28) y Kevin (18) Álvarez, desaparecidos desde el 7 de junio pasado.
Esto fue confirmado este lunes por los peritos del Cuerpo Médico Forense, a través de una prueba de ADN. Horas después, los profesionales determinaron que la causa de muerte de ambos fue por disparos en la cabeza con un arma de fuego calibre 22, tal como se desprende por el tamaño de los orificios que presentaban.
Además, en ambos cuerpos se detectaron lesiones en el abdomen y en la espalda producto de golpes. Es decir, les pegaron y luego los ejecutaron a balazos.
Tras el accionar criminal los agresores intentaron deshacerse de las víctimas sin dejar rastros, aunque el 17 de junio, en calle Saavedra y ruta 20 de Rodeo del Medio, una persona encontró el documento y el teléfono celular de Kevin.
Los sospechosos
Todo indica que la fiscalía esperaba la confirmación del peor desenlace para los hermanos y la posterior identificación, para avanzar en una de sus líneas investigativas y ordenar los arrestos.
Una de las hipótesis que toma fuerza por estas horas es la deuda que un hombre tenía con los Álvarez, luego de que los hermanos le realizaran un trabajo de albañilería. Incluso lo último que se sabía de estos jóvenes es que el 7 de junio salieron en la siesta de su casa en Colonia Bombal, Maipú, y se dirigieron hasta Los Corralitos, Guaymallén, para cobrar un dinero.
Hasta cerca de las 21.30 estuvieron en un loteo ubicado en la zona de Olascoaga y Buenos Vecinos esperando el pago de unos $14.000, tal como se lo confirmó el menor de los hermanos a su madre a través de un mensaje de WhatsApp.
A partir de ahí perdieron todo tipo de contacto con su familia, y por eso un día después se radicó la denuncia. La Justicia rápidamente identificó al empleador de estos chicos, quien les manifestó que les había pagado y que luego se fueron.
Sin embargo, este hombre siempre estuvo en la mira y ahora sería uno de los detenidos. Si bien no fue confirmado oficialmente, está entre los sospechosos, al igual que otro sujeto y dos albañiles que trabajaron con los hermanos en la obra. Entre algunos de los aprehendidos existiría una relación de parentesco y un par serían vecinos de las víctimas.
Que el móvil del doble crimen venga por el tema de plata que los hermanos querían cobrar es una de las posibilidades concretas para los pesquisas, entre otras informaciones y alternativas que analizan.
La madre de Franco y Kevin, en una nota con Los Andes, oportunamente se refirió a estas sospechas. “Hay un amigo de ellos que me dijo que estaba al tanto de que les debían ese dinero y que la persona que los contrató les demoraba mucho el pago. Había enojo y me habló de amenazas”, dijo Lidia Freites.
Se espera que entre hoy y mañana la fiscal Andrea Lazo resuelva la situación de los detenidos, en base a las pruebas y declaraciones recolectadas hasta el momento.
