La fiscalía de Junín- Rivadavia volvió a detener a Erik Suazo (23), quien fue imputado por el homicidio del transportista Victorio Gruini (64), brutalmente asesinado en su casa de Junín, en mayo pasado durante un robo domiciliario.
Suazo ya había sido detenido el día siguiente del crimen, cuando un perro de la Policía fue siguiendo un rastro, desde la escena del crimen hasta su casa, en el barrio Romanot de Palmira. Pero luego recuperó la libertad por falta de pruebas.
Pero la fiscal Valeria Bottini y el jefe de los fiscales de Junín-Rivadavia, Mariano Carabajal, no dejaron de tener a Suazo “en la mira”.
Por eso, su teléfono fue intervenido y la medida tuvo resultados positivos la semana pasada cuando Suazo habló con su suegra y le dijo no sólo que fue el autor de asesinato sino que también afirmó: “Le pegué con un fierro”, indicando que luego lo había guardado en el techo de su casa.
El viernes pasado, efectivos de la Policía de Mendoza realizaron dos allanamientos: uno en la casa de la suegra de Suazo, donde le secuestraron el teléfono a la mujer, y el segundo, en la casa del sospechoso, para detenerlo y llevarse “el fierro” que en realidad es el cabo de una pala.
Suazo fue imputado por homicidio criminis causa, delito que tiene como única pena la prisión perpetua y enviado nuevamente al penal.
La causa sigue abierta y se están esperando algunas pruebas de laboratorio, entre ellas la pericia del cabo de una pala.
Robo y muerte
El 21 de mayo, cerca de las 23, la esposa de Gruini ingresó a su casa, ubicada en el carril Barriales al 3.600, y de inmediato notó que todo estaba desordenado. Sin embargo, no tuvo tiempo de reacciones: dos ladrones armados enseguida la redujeron, tras amenazarla con un arma.
Los delincuentes se llevaron 80.000 pesos y dos cheques que la mujer les entregó. La víctima realizó la denuncia al 911 y, cuando los efectivos llegaron a la casa, encontraron al propietario de la vivienda en el fondo del patio, sin vida. Estaba atado y amordazado con un trapo. El asesino lo golpeó con un objeto contundente 13 veces en la cabeza.
Al día siguiente un perro señaló a Suazo, quien había sido detenido anoche por romper la cuarentena y por averiguación de antecedentes. Ese día también fueron detenidos otros dos sujetos que luego fueron liberados. La casa de los Gruini contaba con una cámara de seguridad que registró a dos sujetos encapuchados y con guantes ingresando a la propiedad.