Mientras las 28 causas por estafas que tienen como imputada a la empleada judicial de San Martín Noralí Hornz (34) siguen avanzando, la mujer -que es abogada- se matriculó y, de esta forma está en condiciones de autodefenderse en un futuro juicio.
Ayer, la letrada “juró” como abogada ante la jueza Viviana Morici –representante de la Corte Provincial en el Este- en una ceremonia realizada en la sala de actos de Poder Judicial de la zona Este, de la que participaron otros jóvenes abogados que celebraron junto a sus familiares el ingreso al trabajo efectivo.
Cuando un abogado se matricula está en condiciones, entre otras cosas, de poder litigar. Es decir que Hornz podría ser su propia defensora en las 28 causas que la tienen como imputada por el delito estafas reiteradas y también por falsificación de instrumentos públicos.
También podría representar a cualquier ciudadano que tenga un problema legal, pero para ello debería renunciar a su trabajo que actualmente sigue realizando en el Ministerio Público Fiscal. La mujer está también en condiciones de rendir para acceder a un cargo como magistrada, algo para lo cual se exige estar matriculado.
Por lo pronto, Noralí sigue imputada por 28 casos de estafa. Los fiscales Gustavo Jadur y Martín Scatareggi ya han elevado a juicio 13 expedientes y los 15 restantes han tenido grandes avances en los últimos días.
Las investigaciones se habían dilatado porque la causa tuvo que llegar a la Corte provincial, ya que jueces de Juzgado Penal de Este se habían inhibido, porque Noralí había sido su secretaria. Ahora el asunto pasó a manos de jueces de la Primera Circunscripción que elevaron a juicio 13 expedientes y trabajan para que los restantes sigan el mismo camino.
De llegar a un juicio oral, la mujer podría recibir una pena que va de los 6 a los 25 años de cárcel. Como no tiene antecedentes penales, se estima que finalmente, si es encontrada culpable, recibiría una a pena de prisión en suspenso o una menor a 3 años de cárcel. Quedaría libre, pero perdería su trabajo ya que se la inhibiría para ejercer cargos públicos e incluso el Colegio de Abogados podría suspenderle la matrícula.
Prestamos por cifras importantes
El 26 de abril de 2021, una empleada judicial del Este fue a sacar un préstamo personal en el Banco Nación y allí se enteró que alguien había sacado a su nombre dos créditos en distintas financieras y que ambos habían sido cancelados. Esa fue la primera denuncia que llegó a manos de la justicia.
Según la investigación, Noralí solicitaba datos personales a sus amigos y allegados para hacer una encuesta para la facultad, entonces los estafados les pasaban fotos de sus documentos. Con estos datos, la mujer habría fraguado bonos de sueldos y los habría presentado en compañías financieras por sumas que iban desde los 100 mil a los 800 mil pesos.
“Estoy haciendo una encuesta con abogados y procuradores sobre una tesis que estoy armando. Son 3 preguntas. Si querés te las respondo yo, muchos me han pedido eso, jajaja. Pero necesito acreditar que el encuestado existe y que no lo inventé. Por eso me piden fotos del DNI. Si me podés hacer el aguante te pongo como encuestado y me mandás las fotos. Avisame. Gracias y perdón por las molestias”, dice uno de los mensajes que Noralí le envió a uno de sus compañeros que luego la denunció
Tras la denuncia de la primera estafada se conoció se corrió la voz entre los empleados judiciales y 26 personas que trabajan en el Poder Judicial y en el Ministerio Público Fiscal, denunciaron casos similares.
“Estoy cancelando todo. No estoy desaparecida por hija de p... y porque los voy a cagar a todos. Estoy pidiendo plata. Lo hice porque mi mamá tenía tantas deudas la casa que se la iban a hipotecar y la iban a dejar en la calle. Era 2 millones y medio de pesos que se le debía a un usurero que la amenazaba, la perseguía; mi mamá vive sola. Con mi marido he vivido problemas de plata y discusiones por cubrirla a mi vieja. Entonces dije me las arreglo sola, total pago al día las cuentas y no va a pasar nada. Porque no he puesto a nadie en el veraz”, decía la denunciada durante los días en que se encontraba prófuga de la justicia.