Se suspendió la audiencia pautada para el miércoles 25 contra el sacerdote Nicola Corradi (84), condenado a 42 años de cárcel por abusos sexuales a niños sordos en el instituto Próvolo de Mendoza y todavía en la mira de la Justicia por otros ocho casos en La Plata.
La defensa del cura presentó un hábeas corpus en relación a legalidad de su privación de la libertad. De esta manera, el italiano no será imputado y volverá a extenderse el juicio en su contra.
La audiencia iba a realizarse de manera remota en la sala 4 del Fuero Penal Colegiado, la misma sala donde transcurrió el juicio entre agosto y noviembre del año pasado. Y es que, dentro de las dependencias judiciales, es la mejor equipada en lo referido a tecnología.
Como sucedió en 2019, Corradi iba a necesitar una persona que esté escribiendo constantemente en una computadora todo lo que se hable en la audiencia ya que evidencia problemas de audición.
Desde La Plata, del otro lado de la pantalla, iba a estar la fiscal Cecilia Corfield.
Pese a la eventual detención, sería una resolución simbólica, ya que Corradi no abandonará Mendoza ni el hogar para ancianos de Luján donde cumple la prisión domiciliaria.
Ocho abusos sexuales más
En el establecimiento de la capital bonaerense, ex alumnos sordos (a diferencia del Próvolo mendocino, en esa ciudad sólo era un instituto para varones) denunciaron haber sido abusados sexualmente.
Pero, además, detallaron haber sufrido duros castigos físicos y psicológicos mientras pernoctaron en el lugar tales como haber sido encerrados en gallineros, obligados a estar a la intemperie casi desnudos en noches de bajísimas temperaturas y hasta haber sido forzados a arrodillarse sobre maíz.
Las nuevas imputaciones contra Corradi son tres como autor de episodios de abuso sexual agravado (sobresalen algunas violaciones) y cinco como partícipe de abusos y episodios de corrupción de menores.
Si bien recientemente un tribunal de Casación de La Plata determinó que las denuncias por abusos contra el ex compañero de Corradi en Verona, Eliseo Pirmati, y contra el celador Jorge Britez ya habían prescripto -el único que estaba detenido era Britez y recuperó la libertad- la fiscal platense se aferra a las fechas del último abuso por el que fue denunciado Corradi en La Plata y al primero por el que fue condenado en Mendoza.
El último de los ataques sexuales cometido por Corradi en la Ciudad de las Diagonales data -según la denuncia- de 1991, mientras que el primero de los abusos en Mendoza (por el que ya fue condenado) es de 2003. Técnicamente, y por cuestión de meses, no transcurrieron los 12 años exactos que le abrirían la puerta a la prescripción de los hechos.
