El caso por la presunta violación cometida el pasado 7 de julio por los rugbiers franceses Hugo Auradou y Oscar Jegou, ambos de 21 años, dio un giro luego de la declaración de una testigo de 24 años oriunda de Godoy Cruz, quien aseguró que “se notaba que iban a tener sexo”.
Ambos deportistas conocieron a la mujer en la discoteca Wabi y, luego de besarse con uno de ellos, viajaron en taxi en dirección al hotel Diplomatic de Mendoza, donde el equipo francés se hospedaba tras derrotar a Los Pumas, según indicó la testigo quien había conocido a otro jugador francés y que compartió el viaje junto a ella.
La joven oriunda de Godoy Cruz explicó lo que sucedió en esa noche: “Creo que a mitad de la noche vimos a los franceses. Estuvieron bailando con nosotras, yo estuve con uno”, afirmó.
“Iban a los besos y ella se iba riendo. Ya se notaba con qué intención iba”, aseguró ante la Justicia y, cuando el abogado de los acusados, Rafael Cúneo Libarona, le preguntó si podía aclarar a lo que se refería, ella respondió claramente: “Que iban a tener sexo”.
A esta declaración se le sumó la del team manager de la Selección de rugby de Francia, Patrick Arlettaz vía Skype, quien compartió unos segundos en el ascensor con la presunta abusada cuando se retiraba del hotel luego del ataque.
Allí, se ve a la mujer ingresar a las 08.43, en lo que se cree que fue después de abandonar la habitación de Auradou y Jegou y, tan solo veinte segundos después, apareció el manager francés.
Ninguno de los dos se dirigió la palabra, pero se observa como la denunciante le sonríe y, posteriormente, el entrenador salió y ella siguió su recorrido.
Hasta el momento, el fiscal Gonzalo Nazar sostiene que no hay pruebas suficientes para requerir la prisión preventiva de los rugbiers. También aseguró que la víctima tuvo contradicciones a la hora de declarar y en el examen forense presentado, no encontraron lesiones en sus partes íntimas, mientras que aún se esperan los resultados de las pericias psicológicas para seguir avanzando con el caso.