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hace 4 horas
La Sala penal de la Corte de Mendoza confirmó la sentencia que recayó sobre el celador del colegio Leonardo Murialdo por abusar de una alumna.
Los ministros José Valerio, Mario Adaro y Omar Palermo de esta forma dejaron firme la sentencia de 6 años de cárcel para Alejandro Salas por el delito de abuso sexual agravado por acceso carnal y por la calidad de guardador.
De esta forma, Salas deberá cumplir con la condena en prisión ya que hasta ahora gozaba de beneficio de la prisión domiciliaria, tras ser condenado por haber abusado de una pequeña que concurría a la salita de cuatro, en 2018.
En mayo de año pasado los jueces los jueces Eduardo Martearena, Belén Salido (votó en disidencia) y Mateo Bermejo, habían condenado a Alejandro Salas por el delito de abuso sexual agravado por acceso carnal y por la calidad de guardador.
El abuso de la niña de Murialdo tuvo gran impacto mediático por ser en una de las instituciones educativas religiosas más conocidas de Mendoza. Los padres de los alumnos se encolumnaron detrás de los que creyeron la veracidad de la denuncia .y otros, apoyaron al celador.
Puertas adentro de la institución el escándalo fue explosivo: a fines de 2018, el representante legal de Murialdo, Jorge Eduardo Carreras -más conocido como el padre Lalo- fue trasladado a Rosario de la Frontera, un pueblo de Salta.
Abuso en el colegio religioso
El celador fue detenido en agosto del 2018, apenas días después de que se conociera la denuncia. Salas fue imputado y trasladado a la cárcel, aunque en febrero pasado logró el arresto domiciliario.
La fiscal que llevó adelante la instrucción basó parte de su acusación en las cámaras de seguridad de Murialdo, que tomaron al hombre en la zona de los baños de la sala de 4 -donde asistía a la víctima-, en el momento que la menor habría estado en uno de los sanitarios.
Esas imágenes corresponden a la siesta del 2 de agosto, y ese mismo día en la noche se descubrió la agresión cuando la madre de la pequeña fue a cambiarla y la encontró sin su bombacha. Cuando le preguntó qué había pasado, le contestó que alguien la había tocado en la escuela.
Horas después la denuncia ya estaba radicada y las pericias físicas confirmaron una violación. Para la fiscalía y para Gastón Andino, abogado de la madre de la menor, las lesiones habían sido provocadas recientemente y la niña siempre tuvo ante los profesionales un relato coherente sobre lo sucedido.
