La banda de salteños detenida en Mendoza esta semana con 36 kilos de cocaína era liderada por Miguel Ángel Torres, un comandante mayor retirado de Gendarmería Nacional, conocido en su provincia como “El Camaleón”.
Su hijo también era parte de la organización que compraba la droga en Bolivia y de Salta la traía a Mendoza, además de la ex pareja del joven, quien fue parte del Servicio Penitenciario de Salta hasta que le dieron de baja.
Ayer el juez federal de Garantías 1 de Salta, Julio Bavio, imputó por el delito de transporte de estupefacientes agravado por el número de intervinientes a Sandra Mariela Areco Florentín, Daniel Antonio Olivera Serrano, Antonio Agustín Gutiérrez, Miguel Ángel Torres, Miguel Emanuel Torres Ibba, Francisco Salinas Campos, Paul César Heredia Comandiri y Diego Andrés Bahamonde y ordenó la prisión preventiva de todos, según publica el Nuevo Diario de Salta.
A la mujer se la imputó como partícipe secundaria y a Comandiri y Salinas Campos, también se los imputó por almacenamiento y tenencia de armas de uso civil, en concurso ideal y real, respectivamente.
Los pedidos fueron solicitados por los fiscales generales, Eduardo Villalba y Carlos Martín Amad, por la Fiscalía de distrito; y Diego Iglesias y el auxiliar Jorge Viltes Monier, por la Procunar NOA, quienes venían siguiendo a la banda que, creen, tendría la intención de transportar la droga a Chile.
En una habitación de un hotel de Ciudad, se encontraron 18 kilos de droga y 995 gramos de éxtasis, dos pistolas y una suma de más de 300.000 pesos.
La investigación comenzó en mayo de año pasado, cuando se logró el secuestro de 99 kilos de marihuana en un control de ruta, en el puesto El Naranjo, en el Sur de Salta, donde se detuvo a tres personas. De este caso surgió el nombre de Gutiérrez, y a través de él se logró identificar a la banda.
La investigación, a través de tareas de campo y e intervención de líneas telefónicas, logró determinar que, tras comprar la droga en Bolivia, la acopiaban en Orán y de allí venía a Mendoza.
Para la fiscalía, “la modalidad de tráfico se llevaba adelante mediante convoy de dos o tres vehículos, uno en el que iba la droga y el resto hacían de “coche puntero”, cuya función era la de ir por delante a fin de advertir al rodado cargado sobre los controles que las distintas fuerzas de seguridad”.
“Torres tenía una función de liderazgo, pues era el que coordinaba las operaciones del tráfico, y siempre viajaba solo, en este caso, en un automóvil Fiat Argo, mientras que el resto de los integrantes de la organización, incluido su hijo (Torres Ibba), lo hacían de a dos o tres”, sostiene la publicación norteña.
El seguimiento de los narcos permitió detectar que Gutiérrez y Torres viajaban en un Fiat Cronos que salió de Catamarca, en tanto que Torres, lo hacía en el Fiat Argo, con el mismo destino. En un tercer vehículo, una Cupé Fiat Toro, iban Olivera Serrano, su pareja y Bahamonde. Coordinados desde la fiscalía, los investigadores y el personal operativo, vigiló el paso de los dos primeros vehículos desde La Rioja hasta la ciudad mendocina de Guaymallén, donde se pudo identificar dos destinos. Uno era un hotel, en el que quedó alojada la agente penitenciaria.
La escueta información local
El miércoles pasado, desde el Ministerio de Seguridad y Justicia de Mendoza informaron que la Policía de Mendoza, Gendarmería y Policía de Salta, habían logrado detener en nuestra provincia a una banda que tenía en su poder 36 kilos de cocaína. La droga estaba distribuida en 32 paquetes, valuados entre 300 y 350 millones de pesos.
Los allanamientos se llevaron a cabo en Guaymallén y en un hotel de Ciudad, donde fueron detenidas ocho personas –siete hombres y una mujer- todas mayores de edad y oriundas de Orán, Salta.
Además se secuestraron una ametralladora, una pistola calibre 9 mm y cuatro vehículos: un Fiat Cronos, un Fiat Toro, un Fiat Argo y un Ford Fiesta.
También se incautaron 834.450 pesos, 468.000 guaraníes y 1.300 dólares, junto con 10 teléfonos celulares, documentación relevante para la causa. También se encontró mercadería de contrabando, entre ellas bicicletas, termos y pavas eléctricas, en infracción con la Ley 22.415.