En medio del hermetismo y la conmoción en La Paz, se investigan la desaparición y el posterior hallazgo de Aldana Celeste Orozco Maturano (24), buscada desde 2011 y encontrada a fines del 2020 en Buenos Aires. Se afianza la hipótesis de que fue entregada a una red de trata de personas y se complica la situación de sus padres, detenidos desde el miércoles pasado.
El juez federal Walter Bento fue quien ordenó los allanamientos en la casa de los sospechosos, luego de recibir la notificación de la Policía Federal respecto a la aparición con vida de esta chica. Luego de ser rescatada, aparentemente hasta la actualidad era explotada sexualmente, fue derivada a un centro médico para ser atendida y contenida psicológicamente. Trascendió que ella tiene dos hijos.
No se ha informado acerca de detenidos en Buenos Aires en el momento en que los efectivos localizaron a la víctima; tampoco se conoce en qué partido o localidad la ubicaron.
Lo concreto es que en Mendoza, desde el 30 de diciembre, se encuentran presos por el caso el padrastro de Aldana, Alberto Orozco, y la madre biológica, Mónica Maturano. Desde entonces están a disposición de la Justicia Federal, lógicamente, en calabozos diferentes.
Si bien no hay confirmaciones y la causa se maneja de forma muy cautelosa, algunas fuentes consultadas por Los Andes deslizaron que la pareja será investigada por trata de personas, delito contemplado dentro del artículo 145 del Código Penal y por el cual podrían llegar a recibir hasta 15 años de prisión en un futuro juicio.
Esto si se comprueba que se consumó la explotación-en este caso todo indica que fue sexual-, y porque Aldana era menor de 18 años cuando habría sido entregada. Otro agravante en contra de los detenidos es el vínculo con la joven, principalmente el de la madre, y en cuanto al padrastro también, quien le dio hasta su apellido.
Se espera que en el transcurso de la semana se conozca la imputación de los acusados y se entreguen algunos detalles de la pesquisa. En principio, las primeras versiones de la víctima habrían complicado a sus padres.
Sorpresivo
Desde el operativo y los arrestos del miércoles, concretados por la Policía Federal y Gendarmería en la propiedad familiar ubicada en la avenida de San Martín de La Paz, los lugareños y vecinos no salen de su asombro. Primero se sorprendieron con la aparición con vida de Aldana, a quien dejaron de ver cuando tenía 14 años, y luego quedaron impactados con la captura del matrimonio.
Es que todos consideran a Maturano y Orozco como personas de bien y trabajadoras. Nadie les recriminaba nada sobre la crianza de la chica ni en el resto de los hijos, y jamás se sospechó de ellos. El hombre desde joven trabajó en la finca con su padre en Villa Antigua y ahora estaba en Vialidad Provincial, y su esposa se desempeñaba en un hogar cuidando ancianos; es oriunda de la zona rural del departamento.
Ambos en julio del 2011 participaron de las marchas pidiendo encontrar a su hija, y se los veía muy preocupados. De aquellas movilizaciones también participaba toda la comunidad educativa de la escuela Marcelino Blanco, a donde asistía Aldana. Ella dejó de ser vista en julio de aquel año, precisamente en un receso invernal y cuando iba a la casa de una compañera.
A la espera de más noticias sobre el caso, los paceños festejan que la joven esté viva y permanece en ellos la incredulidad, al considerar a los padres de ella como personas “intachables”.
Otras búsquedas emblemáticas de mujeres, con diferentes finales
Hay Mendoza otras desapariciones recordadas y que también tuvieron como hipótesis la captación de mujeres para una red de trata de personas y la explotación sexual. En Lavalle hubo dos que se transformaron en causas provinciales y otra registrada en Capital, más reciente en el tiempo.
Dos de ellas ya tienen sentencia firme por homicidio y con un mismo acusado: Soledad Olivera (28), Johana Chacón (13) y Mariano Luque (37), tres lavallinos, oriundos de Tres de Mayo. La mujer mayor desapareció en 2011 y la niña un año después; sus búsquedas siempre apuntaron contra el mismo hombre, quien terminó condenado en dos juicios diferentes por los dos crímenes. en una pena unificada 32 años, a pesar de que nunca se encontraron los cuerpos de estas mujeres. La Suprema Corte de Justicia ratificó los dos fallos.
En ambos casos la Justicia Federal intervino por sospechas de trata de personas y explotación, hipótesis que no llegaron a profundizarse y se archivaron. Luque llegó a ser juzgado por privación ilegítima de la libertad en el expediente de Soledad, pero allí fue absuelto. Luego iría a debate por el asesinato y lo declararían culpable.
También con denuncias de explotación y de trata, aún se investiga la desaparición de Gisela Gutiérrez (25), una joven que dejó de ser vista en julio del 2015 en La Favorita. Ella estaba embarazada por entonces, y había asegurado que su ex novio la sometía a abusos sexuales a cambios de dinero para comprar drogas.
En este hecho también fue la Justicia Provincial quien logró los avances, ya que desde hace un par de meses tiene detenido e imputado a un sospechoso por homicidio, más allá de que no hay rastros concretos de la víctima. En la mira de los detectives también hay dos hermanos, acusados de encubrimiento y de haber participado en el ocultamiento del cadáver.
