En menos de nueve meses la fiscalía de Homicidios llevó a juicio a dos hermanos acusados de matar a un joven en Guaymallén. La víctima fue asesinada en marzo y ayer los imputados enfrentaron la jornada inicial del debate.
Agustín (18) y Cristian Cotela (20) arriesgan de 10 a 32 años de cárcel por el crimen de Luciano Fabián Sosa (26), baleado el amanecer del domingo 8 de marzo en la plaza del barrio Nebot. Al muchacho la Policía lo encontró con un balazo en el cuello y otro en el tórax.
El arresto de los sospechosos fue minutos después del hallazgo del fallecido, gracias a la declaración de vecinos que los señalaron y que aseguraron que los habían visto corriendo por las inmediaciones. Además, al mayor de los hermanos lo complicó una herida que se hizo en una de sus manos. Si bien él dijo que lo habían asaltado, se supo que la lesión se la provocó golpeando un revólver contra el piso y con la salida de una bala.
A los dos los imputaron por homicidio agravado por el uso de arma de fuego, en calidad de coautores. Los pesquisas creen que ambos le dispararon a Sosa, que en su cuerpo tenía dos proyectiles de diferente calibre.
Respecto al móvil, trascendió que los Cotela tenían problemas con el hermano más chico de la víctima y que éste habría salido a defenderlo. Luego de algunos cruces y amenazas quedaron en encontrarse en la plaza, donde se concretó el asesinato. Todos los protagonistas eran vecinos, aunque los sospechosos hacía dos semanas que habían llegado a la zona.
Este martes los jóvenes se sentaron en el banquillo de los acusados, ante la fiscal Claudia Ríos. El juicio empezó con la declaración de un muchacho que estuvo con Sosa antes del hecho y para la jornada de hoy se esperan más testigos. Mañana el juez David Mangiafico dictará sentencia.
Los detenidos contaban con antecedentes de cuando eran menores y antes de mudarse al barrio habían vivido en Lavalle y en la Triple Frontera.