Juzgado por el femicidio de Rosa Alfaro en San Martín: “Yo amaba a mi esposa”

Tras los alegatos de cierre, el acusado Gustavo Repetto se declaró inocente. Salvo una de sus hijas, toda la familia le cree. Para la fiscalía, el hecho es un homicidio agravado.

Juzgado por el femicidio de Rosa Alfaro en San Martín: “Yo amaba a mi esposa”
Gustavo Ceferino Repetto Mira (51), juzgado por el femicidio de su mujer Rosa Alfaro (53). | Foto: Poder Judicial

“Yo siempre sostuve la verdad. Cuando busqué un abogado le dije que yo declaraba la verdad. Yo amaba a mi esposa, a mi familia. Nunca quise hablar mal de ella. Ella fue una excelente mujer, excelente madre, esposa, excelente amiga”, declaró Gustavo Ceferino Repetto Mira (51), quien es juzgado por el femicidio de su mujer, Rosa Alfaro (53).

Luego de decir que sus hijos creen en su inocencia, Repetto pidió asistencia psicológica para su hijo de 14 años que, según sostuvo, intentó quitarse la vida.

Previamente, durante los alegatos de cierre del debate que es presidido por un jurado popular –con la asistencia del juez técnico Federico Rapaccioli- fundamentaron sus posiciones los fiscales Oscar Sívori y Gustavo Jadur y los defensores Pedro Sosa y Agostina Mondello.

Por femicidio

Sívori explicó que se había querido descalificar a la víctima con lugares comunes en este tipo de casos, tales como que era depresiva, que no aceptaba las normas del marido y que se suicidó.

“Acá lo que tenemos son dos versiones: la del imputado, que dice que la mujer se pegó un tiro, y después tenemos la versión de la fiscalía, que fue un femicidio porque hay contexto de violencia de género, los gritos a la familia”, dijo el fiscal y repasó los hechos, que empezaron cuando la mujer llegó al hospital Perrupato, sin vida.

El fiscal Oscar Sívori
El fiscal Oscar Sívori

El fiscal dijo que no citaron a los hijos a declarar y que declararon por pedido del defensor. La hija mayor dijo que a ella le pegaban y no cree que su madre se suicidó. Contó que un día no querían ir a la iglesia y el padre le pegó a la madre y los culpó a los niños. “Eso es violencia de género”, señaló el acusador.

En cambio, dijo Sívori, los otros hijos descalificaron a la mayor y creen en la versión del padre porque han naturalizado la obediencia, el maltrato.

“Los hijos prueban que hubo violencia de género. La situación era violenta en la casa y un día algo detonó”, afirmó el fiscal, quien explicó que al jurado que puede inclinarse por femicidio o bien, por homicidio agravado por uso de arma de fuego.

Dudas de la defensa

El defensor, por su parte, sostuvo que la fiscalía tenía sus sospechas y activó el protocolo para investigar el círculo íntimo de la víctima, es decir al marido, a los hijos y a otro persona. Pero sólo le hicieron la prueba del guantelete para ver su había manipulado el arma al marido.

“Tengo la certeza de que Repetto no fue el autor del disparo. No entiendo que, si el hombre fue violento por 30 años, lo encubrieron”, dijo el defensor, afirmando que no hay certeza sobre la autoría del crimen.

El abogado Pedro Sosa.
El abogado Pedro Sosa.

Llegó sin vida al hospital; había recibido un disparo

El 28 de mayo de 2023, Rosa Alfaro llegó sin vida al hospital Perrupato, de San Martín, y los médicos establecieron que la causa de la muerte había sido un disparo de arma de fuego.

De inmediato, los investigadores activaron el protocolo para casos de femicidio, al tiempo que tampoco descartaron estar ante un caso de suicidio, ya que el marido de la víctima fue una de las personas que llegó al hospital junto a la mujer.

Pero con el correr de las horas se confirmó la hipótesis del homicidio. La primera versión del hecho fue la siguiente: Repetto y otro hombre se presentaron en la guardia del hospital Perrupato llevando a Rosa Alfaro. Los médicos de inmediato detectaron que tenía una herida de bala en el pecho, más precisamente en costado izquierdo, y que era la causa de muerte.

Luego en el Cuerpo Médico Forense se determinó que el proyectil había ingresado por el costado izquierdo, entre la mama y el hombro, impactando luego en el corazón, lo que le produjo una muerte inmediata.

En un primer momento se le tomó declaración al hombre que había llevado a la víctima al hospital, una persona que el día del crimen había llegado a la finca donde vivía la pareja, ubicada en El Ñango y Calle Angosta, en Montecaseros, para ver unos cerdos que quería comprar.

Tras ver a los animales, el hombre se subió a la camioneta y se dirigió a su casa. Por el camino le sonó el celular: era Repetto diciéndole que volviera, que su mujer se había descompensado y que la había encontrado tirada en el piso.

El comprador volvió, cargaron a la mujer en la camioneta –el conductor sin sospechar que había recibido un disparo- y la llevaron al hospital.

Tenemos algo para ofrecerte

Con tu suscripción navegás sin límites, accedés a contenidos exclusivos y mucho más. ¡También podés sumar Los Andes Pass para ahorrar en cientos de comercios!

VER PROMOS DE SUSCRIPCIÓN

COMPARTIR NOTA