Con posturas diferentes, hipótesis variadas y la promesa de que durante el debate sostendrán sus versiones con pruebas, ayer las partes involucradas en el juicio por jurados por la causa Carleti realizaron los alegatos de apertura y empezaron a mostrar el camino que van a recorrer.
El proceso recién arranca y se extenderá alrededor de un mes en el auditorio de Tunuyán, pero en este inicio ya quedó evidenciado la difícil misión que tendrán los 12 ciudadanos elegidos para esclarecer el crimen de Norma Carleti (59), atacada con 55 puñaladas el 5 de marzo del 2018 en su casa.
El jurado deberá evaluar la presunta participación de cuatro hombres en el hecho, con un señalado autor intelectual, un aparente nexo y dos sospechosos en el rol de autores materiales. Y frente a esto, cada una de las partes intentará convencer con su “historia” del caso.
La separación de la pareja y los roles de los acusados
A tres años del asesinato, el Ministerio Público fiscal logró llevar la investigación a juicio con Leonardo Hisa-ex esposo de la víctima-, Juan Carlos Guerrero y sus hijos Kevin y Alexis, imputados por femicidio en concurso ideal con homicidio agravado por precio o remuneración, delitos con pena única de prisión perpetua.
Dichas acusaciones fueron presentadas este martes por el fiscal en jefe de Homicidios, Fernando Guzzo, y el fiscal del Valle de Uco Jorge Quiroga. Para ellos, Hisa planeó el ataque hacia la mujer y le pidió a Guerrero padre conseguir gente para hacerlo, eligiendo este último a sus hijos.
El motivo que habría tenido el presunto instigador es que el 6 de marzo la empresaria Carleti iba a empezar los trámites del divorcio y el importante patrimonio familiar se iba a dividir en partes iguales. “Hisa sabía de esto y justo asesinaron a Norma 7 horas y media antes”, sostuvo Guzzo, quien agregó que fue “un asesinato por encargo a manos de los cuatro imputados”:
A su turno, el fiscal Quiroga detalló algunas pruebas que complican sobre todo a los hermanos; el ADN de Alexis en las uñas de la señora; el alerta de la tobillera electrónica de este joven-estaba con domiciliaria por otra causa-y las antenas que ubican a su celular en la vivienda de la mujer; el Fiat 600 de la familia abandonado a metros de la escena del crimen; una policía que llega al lugar y reconoce a los dos sospechosos; y por último, un audio grabado en la cárcel donde Kevin da detalles del episodio.
Dos querellas, dos teorías
Los hijos de Carleti en el debate están representados por los abogados Víctor Ábalos y Eduardo De Oro; el primero fue contratado por los hijos de ella, mientras que su colega ejerce por el hijo en común de Hisa y la empresaria.
Ábalos acompaña la hipótesis completa de la fiscalía y sostuvo que es el crimen más aberrante de los “últimos 80 o 100 años en Mendoza”.
Por su parte, De Oro entiende que el asesinato se dio en el contexto de un robo y manifestó que su cliente clama por la inocencia de su padre.
Estrategias defensivas
El primer defensor que alegó fue el letrado oficial Federico Alisiardi, a cargo de Guerrero padre. Con respecto a la prueba clave contra su pupilo, dijo que el llamado entre este hombre e Hisa horas antes del homicidio, se debió a cuestiones laborales.
Guerrero trabajaba para el otro imputado y le habría avisado que al día siguiente se presentaría más tarde a cumplir sus funciones.
Daniel Sosa Arditi y su hija Sofía llevan la defensa de Hisa e intentarán rebatir la acusación fiscal. Sostienen que la relación de él con la víctima no era mala en el último tiempo y que el móvil de la separación no tiene sustento. “Si Norma Carleti moría, la división de bienes era de la misma manera, pero con una sucesión. Además, estaban por llegar a un acuerdo extrajudicial”, explicó la abogada.
Por último, se expresó la letrada Florencia Suárez, quien junto a Pablo Cazabán tiene la defensa de los hermanos. Desde este lado no adelantaron demasiado, pero sí que van en busca de la absolución.
El juicio, a cargo del juez técnico David Mangiafico, se retoma mañana con los primeros testigos. Cabe recordar que el señalado autor intelectual, ex senador de la UCR, se encuentra con prisión domiciliaria por cuestiones de salud, mientras que los otros detenidos permanecen en la cárcel.