En la segunda jornada del juicio que tiene al policía Víctor Hugo Acuña (33) imputado por el homicidio doblemente agravado -por el vínculo y el uso de arma de fuego- de su esposa Lorena Segura, los testimonios de las amigas de la víctima pusieron un gran manto de duda sobre la supuesta buena relación de pareja que presentó la defensa.
La docente de 30 años falleció el 15 de abril de 2018 en General Alvear producto de un disparo que ingresó por el tórax, perforó ambos pulmones y salió. Todo en medio de una supuesta discusión de pareja.
Para sostener la teoría de que Acuña mató a la mujer y no se trató de una muerte accidental, la fiscalía llamó a declarar a dos amigas de la víctima, que presentaron a la pareja con una mala relación y con presuntas infidelidades, además de mencionar los problemas de adicción al juego y las deudas de Acuña, más la poca atención hacia su hijo. “Lorena estaba angustiada, con muchos problemas. Ella tenía sospechas de infidelidad y hasta llegó a decir que le daba miedo lo que él podía llegar a hacerle”, afirmó una de ellas.
En tanto, una vecina del complejo donde vivía el matrimonio reveló que nunca había escuchado discusiones de pareja pero relató lo sucedido durante la mañana en que murió Lorena. “Trabajaba en mi hogar cuando empiezan a manotear la puerta de mi casa. Cuando vi que era Hugo, salí y él me pedía ayuda. Lorena estaba tirada en el piso inconsciente. Hugo gritaba que el arma se había disparado y que estaba cargada. Nunca había escuchado discusiones”, relató ante el jurado en el Centro de Congresos y Exposiciones de San Rafael.
Otra de las vecinas del lugar, que acompañó a Acuña en su auto al hospital, presentó una versión algo distinta sobre lo ocurrido. Según la testigo, mientras las enfermeras atendían la mano herida de Acuña les dijo que “estaban discutiendo y qué él había amenazado con matarse; que primero se escapó un tiro y que luego, saliendo a buscar ayuda, se escapó otro tiro”.
En tanto la defensa, presentó el testimonio de un psicólogo que ahondó en los detalles sobre su estado mental tras el deceso de Segura. “Tenía síntomas de estrés postraumático leve a moderado. Se refirió a una vida conyugal ideal; no pudo relatar nada que no fuera ideal en su matrimonio”, sostuvo el profesional.
Por la tarde ofrecieron su testimonio profesionales de la salud y miembros de Policía Científica. El dato relevante que aportaron fue que la ropa con la que la víctima llegó al hospital Enfermeros Argentinos fue hallada luego en un tacho de basura.
