La justicia investiga si los dos hermanitos que murieron el domingo durante el incendio de una vivienda en un barrio de El Sauce, Guaymallén estaban solos o bien si había algún adulto a cargo.
El dato no es menor ya que el caso podría encaminarse hacia un “abandono de persona”, en este caso seguido de dos muertes, delito que tiene penas que van de los 5 a los 15 años de prisión.
Para ley, un abandono de persona se produce cuando “el que pusiere en peligro la vida o la salud de otro, sea colocándolo en situación de desamparo, sea abandonando a su suerte a una persona incapaz de valerse y a la que deba mantener o cuidar o a la que el mismo autor haya incapacitado”.
Una fuente que trabaja en el caso sostuvo que según las primeras informaciones, los menores estaban a cargo de su padre ya que su madre, no vive en la vivienda siniestrada, ubicada en el barrio Blanca Esperanza de El Sauce.
Pero si bien, según las primeras informaciones policiales indicaban que el padre no se habría encontrado en la casa aunque finalmente resultó con quemaduras al intentar rescatar a los pequeños - Emir Ezequiel Elizondo, de 3 años, y de Emily Adelaida Palma Elizondo, de 5- por lo la Justicia quiere saber si el hombre dejó a los niños a cargo de una persona.
El caso es, por estos momentos, confuso porque tras el incendio, según informó el ministerio de Seguridad, los padres y los vecinos impidieron que trabajara la Policía, los bomberos del Cuartel Central, los bomberos Voluntarios de Guaymallén e incluso los médicos del Servicio de Emergencia Coordinado (SEC). Según la Policía, los bomberos arribaron al lugar unos 20 minutos después de que se iniciara el siniestro.
Con este panorama, el fiscal de Homicidios Carlos Torres, está esperando los resultados de la pericia de los bomberos –se cree que el fuego se inició por un desperfecto eléctrico- y además los informes policiales para ver si el caso se inclina hacia dos muertes accidentales o bien puede caratularse como abandono de persona seguida de muerte.
El siniestro se denunció el domingo, a las 3.30, en una vivienda del barrio Blanca Esperanza. Un llamado al 911 alertó sobre el fuego, por lo que desde el Centro Estratégico de Operaciones (CEO) se ordenó el despliegue de policías, bomberos y ambulancias.
Sin embargo, al llegar al lugar, el dueño de casa - Ezequiel Matías Palma (27)- les impidió el ingreso y el desarrollo de las tareas a los efectivos. El hombre y sus vecinos, atacaron al personal con piedras, ladrillos y otros objetos a los uniformados.
En la confusa situación, los bomberos lograron sofocar el foco ígneo e ingresar a la casa, donde constataron la presencia de dos cuerpos calcinados y sin vida en la zona del comedor.
Por otra parte, Palma ingresó a la casa, tomó a su hija ya fallecida y la sacó a la calle. Luego, personal del SEC trasladó al padre de los menores al Hospital Lagomaggiore donde le diagnosticaron quemadura de rostro y tórax, quedando internado en terapia del Quemado.
